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Suspicious Minds

Los escándalos del Villarato (o simplemente Villarato) fueron una serie de escándalos arbitrales en las competiciones de la Real Federación Española de Fúrbol durante la presidencia de Ángel María Villar que acabaron con su propia dimisión el 8 de agosto de 2010. Los escándalos comenzaron con las elecciones a la RFEF en noviembre del 2004 y el posterior acuerdo que permitió al FC Barcelona evitar el cierre del Camp Nou, decretado tras los sucesos del 23 de noviembre de 2002. Las investigaciones llevadas a cabo por Alfredo Relaño, la Cofradía del Clavo Ardiendo y los trolles de las cavernas revelaron que este acuerdo fue sólo una de las múltiples actividades antimadridistas autorizadas y ejecutadas bajo mandato de Villar. También revelaron el enorme alcance de los crímenes y abusos, que incluían fraude en la designación de árbitros, confabulación para cometer injusticias contra el Real Madrid, apología del barcelonismo y platiniato.

El 22 de mayo de 2010, Toñín el Torero, conserje en un motel de carretera a las afueras de Madrid, advirtió que una comitiva formada entre otros por dirigentes azulgranas y altos cargos de la federación se encontraba en el edificio, en compañía de media docena de prostitutas y un pastor alemán. Contactó inmediatamente con la guardia civil y como consecuencia de ello siete hombres fueron arrestados e imputados por posesión de drogas recreativas, escándalo público y conspiración. Los siete hombres habían trabajado directa o indirectamente para la RFEF o el FCB, y se sospechaba que la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas. A mediados de año, un informante anónimo envió una carta al diario As con la acusación de que se había intentado ocultar el suceso y se habían puesto trabas a la investigación. Su carta convirtió el asunto en un escándalo político-deportivo sin precedentes.

Dos periodistas de diarios de la capital, Alfredo Relaño y Eduardo Inda, investigaron para desenredar una compleja maraña cuyos hilos asfixiaban a la Casa Blanca a través del Comité Técnico de Árbitros de Sánchez Arminio. Los periodistas recibieron la ayuda anónima de un informador que se hizo llamar Deep Ass (Ojete Profundo) cuya identidad no fue revelada hasta treinta y tres años después del escándalo. En calidad de periodistas de investigación, Inda y Relaño utilizaron con frecuencia los editoriales de sus diarios y no vacilaron en escribir centenares de columnas sobre el tema. Obsesionados por el caso Villarato, consiguieron sacarlo a la luz pública.

Inmediatamente después se encargó de investigarlo la justicia española, y posteriormente una comisión de investigación senatorial que fue íntegramente retransmitida por Intereconomía en julio de 2010. La comisión llegó a la conclusión de que algunas personas cercanas a Ángel María Villar y Joan Laporta eran culpables de los hechos acaecidos en el citado motel de carretera. Finalmente se reveló (y se difundió por la prensa) que Villar y Laporta habían mentido con el fin de ocultar su participación en el escándalo. Asimismo, habían intentado sustraer a la investigación los videos caseros que contenían las grabaciones de todos los encuentros que tuvieron lugar en el Despacho Oval de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas entre los miembros de ambas juntas directivas. Tras defenderse de las acusaciones, Villar prefirió dimitir cuando se inició un proceso de impeachment contra él. Abandonó sus funciones el 9 de agosto de 2010, antes de terminar el proceso. Su vicepresidente Joan Gaspart le sucedió inmediatamente. Su primera acción oficial fue indultar a Villar, con lo que se detuvo todo procedimiento contra él.

Durante años, el público especuló y discutió acerca de la identidad del confidente que ofreció acceso a información privilegiada y fue vital para la cobertura que hicieron los diarios As y Marca sobre el caso. La verdadera identidad fue revelada finalmente por la revista española Superpop, en su edición del 14 de junio de 2043. El periódico As confirmó la noticia horas después. Se trataba de Tomás Roncero, antiguo redactor jefe del diario As y cliente habitual de los peores antros del extrarradio de Madrid. A la edad de 91 años, deseaba «liberar su conciencia». Trabajaba como periodista en dicho diario durante el escándalo del Villarato pero no sería sino hasta tres décadas después que sería identificado como Ojete Profundo.

Fuente: Susipedia
Banda sonora: Suspicious Minds