Ejem, ejem…probando…bratswurt, cerveza, porno con calcetines…uno, dos…vale.
Todo empezó hace 5 temporadas cuando después de conseguir 2 Ligas españolas y 1 Champions, el proyecto de Laporta era devorado por el núcleo duro del vestuario azulgrana, con el tiempo conocido como el clan caipirinha,. Este sector del vestuario consideraba que ya habían ganado lo suficiente, y que había llegado la hora de “cobrarselo” en forma de dolce vita y farras 24 horas non stop. Frank Rijkaard no solamente no se oponía sino que seguía con las titularidades por decreto, e incluso se rumorea compartía alguna que otra salida nocturna con dicho clan.
Otro clan en el vestuario se rebelaba en contra de este movimiento, un clan probablemente más numeroso de lo que aparentaba pero silenciado por el poder de los brasileños fiesteros. Finalmente Edmilson y Eto´o estallaron y expusieron toda la situación en público provocando un impacto brutal en entorno y equipo. Todo el mundo salió salpicado de eso pero especialmente su técnico, Rijkaard, que no solamente había perdido el control a ojos del vestuario, sinó también a ojos de directiva y afición.
Se acabó el año sin títulos. La junta directiva decidió dar otra oportunidad a todos, excepto a Motta…pero se guardó un as en la manga por si se torcía la cosa: la contratación de Pep Guardiola como entrenador del Barça Atlétic.
Rijkaard y los suyos volvieron a decepcionar mientras Guardiola subía de categoria al filial azulgrana con unos números impresionantes.
El técnico holandés fue cesado y se anunció la contratación de Pep Guardiola como técnico del primer equipo del F.C.Barcelona en contra de una fuerte ola de opinión que prefería asegurar con la experiencia y competencia de Jose Mourinho.
Pep Guardiola lle
gó, vió y decidió:
1. Los entrenos, por primera vez en la história moderna del club serían a puerta cerrada. No más cámaras de TV ni periodistas. Solamente los 10 primeros minutos para que tengan sus fotos y se acabó.
2. Pide a la directiva nuevas y mejores instalaciones deportivas.
3. Pide el traspaso inmediato de Edmilson, Eto´o, Deco y Ronaldinho.
4. Exije seriedad, sacrificio y mucho trabajo a la plantilla.
5. Confianza en la cantera.
Se le concede absolutamente todo al señor Guardiola, del primer al último punto. ¿ todo ? No, el insaciable Samuel Eto´o se niega a formar parte de la manzana podrida y se pone a trabajar como nunca desde el primer dia. Acaba el año con 30 goles en Liga. Messi se convierte en el mejor jugador del mundo y Xavi e Iniesta són, por fin, reconocidos internacionalmente.
El final, ya lo saben: Liga, Copa del Rey y Champions League, y por medio, un histórico 2 a 6 en el Bernabeu que ha marcado un antes y un después en ambas aficiones. LA TEMPORADA PERFECTA
Llegado el verano, ante la sorp
resa de todos, Guardiola insiste: Samuel Eto´o debe irse. “No hay feeling”.
En una intercambio aparatoso llega el sueco Zlatan Ibrahimovic y acaba con Eto´o en el Inter de Mourinho.
Y es con el sueco con el 9 que se remata el trabajo de la pasada temporada pasada, caen Supercopa de España, Supercopa de Europa y sobretodo, un título que esperabamos los culés como agua de mayo, la Copa Intercontinental
A la vuelta del cielo, tocamos tierra bruscamente al caer eliminados por primera vez después de 6 copas ganadas de manera consecutiva. El Sevilla nos sacó del camino en Copa del rey concidiendo con el enorme estruendo que están marcando las elecciones del club. Laporta acaba mandato este año y hay un trasfondo político muy acusado en cualquier movimiento del club, especialmente todo lo que sale de la boca del actual Dios de los aficionados del Barça, Pep Guardiola, que es agasajado por todos los pre-candidatos.
A todo esto, Ibrahimovic entra en un bucle negativo – 5 partidos sin ver puerta – y el nuevo Eto´o resulta ser Pedro, la sorpresa del momento, pero en Liga se consigue un buen paso, líder a 5 puntos del Madrid.
Y así llegamos a dia de hoy. La Champions League, cuya final se celebra este año en el Estadio Santiago Bernabeu del Real Madrid CF. ¿ Qué puedo decir sobre eso ? En Barcelona se dice que si se llegara a ganar la Champions en el Bernabeu podríamos cerrar el club.
Vamos a ver señores alemanes, no les voy a engañar, lo tienen muy jodido. A estas alturas de temporada no somos el Barça del año pasado. Nos falta brillantez, chispa, y seguramente hemos bajado un poquito las ansias de gloria, pero seguimos siendo un auténtico rodillo, y muchas veces nos basta con poner la cuarta marcha para aniquilar al más temido de los adversarios.
De manera que les diría que se relajen, disfruten del espectáculo y observen atentamente como la mueven Xavi, Busquets e Iniesta, como presionamos inmediatamente al perder la pelota y la recuperamos, y qué impagable exhibición hacen Leo Messi y Daniel Alves en cada encuentro.
Tan sólo añadir que ha sido un gusto intercambiar pareceres con supporters del Stuttgart y mandar recuerdos a Alexandr Hleb de nuestra parte, que lo de volver se lo tome con calma.
