Un Barça de ensueño en ataque y de pesadilla en defensa (para el rival, se entiende) avasalló sin piedad al Madrid de un Messina que ya ve cuestionado su prestigio tras enlazar el tercer estrépito ante el rival de siempre. Derrotados en la Supercopa de Gran Canaria, humillados en Vistalegre por la eclosión de SúperRicky y noqueados anoche por la sinfónica implantación de un excelso modelo de baloncesto: el plan A de Pascual.
Calidad, dinamismo y concentración durante los cuarenta minutos del partido. Estas son las líneas maestras del modelo Pascual, que ha pasado como un avión por encima de casi todos los rivales a los que se han enfrentado desde que empezase la temporada hace ya medio año. El único pero con el que se presentaba en Bilbao el gran favorito a todo era la falta de plan B, o cómo doblegar a quien resiste las turbulencias de los tres primeros cuartos.
Ahí fracasó en Belgrado y en Valencia, y hasta parecía que podía perecer por idéntico motivo en cuartos y semis en el mastodóntico BEC de la capital vizcaína. Poco más que un espejismo. Los apuros frente a los aguerridos Cajasol y Valencia implicaron todavía más a un equipo que llegó a la Copa con más apetito del que aparentaba. El conjuro ante la adversidad llevó al equipo a la perfección en el juego.
Todo indicaba que se encontraría en la final al mejor Madrid de la era Messina y acabó enfrentándose a la peor versión del proyecto Ettore, que ayer asistió impotente al militar desfile de las tropas enemigas. Ricky empequeñeció a Prigioni, Vazquez asustó a sus pares y maravilló al jurado, Lorbek añadió movimientos de claqué a su enésimo clínic de fundamentos, Basile se partió el cobre en defensa y el partido triple a triple, Sada y Grimau dieron descanso a la magia tirando de esfuerzo y oficio, Morris ofreció más intangibles que guarismos para compensar el despiste de NDong y hasta Trías apareció poco y bien en su primera Copa sin MVP. Y además Mickeal está vivo.
Contrastó la vuelta del Pete más intenso y efectivo, que en la final se merendó a Hansen en el duelo de <em>treses </em>exBaskonia, con otro naufragio de Navarro y Lakovic en el desarrollo del partido. Urge recuperar a Juan Carlos para venideros envites de calado, y replantearse seriamente el papel de Jaka en este equipo. Un jugador que apenas tiene el triple en la cabeza dificilmente va a poder dirigir a su equipo, asistir a sus compañeros y leer la defensa rival.
¿Y el Madrid? Bien, gracias. A rebufo de la magia azulgrana como sus compañeros de fútbol. Los mejores del pelotón perseguidor, para quien quiera ver el vaso medio lleno. A sideral distancia del jerárquico y odiado referente. También en baloncesto. Ettore, tenemos un problema. Y ellos a Ricky.