Ramón Rodríguez Monchi, el reconocidísimo secretario técnico sevillista de menguantes aciertos, apuntó ayer con tino y sorna el frenesí enamoradizo del Madrid de Florentino, tan extraordinariamente proclive al flechazo inicial como al inmediato desengaño. Amores de quita y pon, o apretones de aquí te pillo y aquí se te cepillo, con el calendario liguero como diligente afinador de las flechas de cupido.
Denunció el secretario técnico la supuesta oferta a Perotti antes del partido del Pizjuan, el fugaz interés por Javi Martinez previo al Athletic-Madrid, los primeros escarceos por Canales horas antes del Madrid-Racing, esas cláusulas de Messi e Iniesta, que “no son cláusulas ni dinero” para Florentino antes del clásico del Camp Nou y, sobretodo, el repentino y publicitado interés blanco por Jesús Navas durante la semana del decisivo Madrid-Sevilla de mañana.
Ahí se detuvo Monchi, pero hay más. Se estrechó el cerco sobre Filipe Luis a finales de agosto con la excusa del cierre del mercado dos días después del Madrid-Depor. El final de la historia es ya sabido. Como lo es el de Cazorla, tan lejos y tan cerca de la casa blanca según si su equipo se enfrenta o no al Madrid en Liga, culebrón del que esta temporada hemos aborrecido ya dos inacabables episodios.
Y ojito, que aún quedan flechas en la recámara. Pese a que (casi) todo el mundo otorga al clásico I d. 2-6 la llave de la Liga no debemos olvidar que tras el Madrid-Barça los blancos se deberán enfrentar aún a Almería, Valencia, Zaragoza, Osasuna y Mallorca. Y, lo que es peor, con Diego Alves, Silva, Ponzio, Azpilicueta y Nunes con un pie en el Madrid.
Se presentó en la hermosa Murcia la primera escudería española de la historia de la F1, el Hispania Racing Team, cuyos ¿bólidos? pilotarán un sobrino con mucha historia (Bruno Senna) y un indio con mucha pasta (Karun Chandhock). Para regalarse un equipo de Fórmula 1 el empresario Jose Ramón Carabante le ha tenido que comprar a su ex-socio Adrián Campos su parte de un equipo, el Campos Meta, que como mínimo tenían claro a donde querían llegar en las carreras de su primer año en la F1. Carabante se ha mostrado “orgulloso de pasear la bandera de España por los circuitos de F1”.