Llevamos casi 2 temporadas enteras con Pep Guardiola de técnico y hemos visto todo tipo de partidos, todo tipo de triunfos, exhibiciones en el Bernabeu, goleadas en casa en Champions, una apisonadora en la Liga española, eliminatorias ganadas en el último minuto, prórrogas forzadas “in extremis”, eso sí, todo con un nexo común, una lucha constante del equipo, una lucha inasequible al desaliento.
Lo que todavía no hemos vivido con el “Pep Team” es una remontada màgica en el Camp Nou y, para que eso sea posible, hemos tenido que perder el primer partido de la era Guardiola por más de 1 gol de diferencia. Maldita sea, tampoco hacía falta, asistiríamos igualmente el miércoles aunque hubiésemos ganado 1-2 pero, lo hecho, hecho está, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. Dos hechos positivos del partido de ida en Milan, el gol de Pedro que vale su peso en oro y que el magnífico árbitro portugués nos reservó a nuestro capitán Carles Puyol para la Final del Bernabeu.
Si queremos superar la eliminatoria, que es posible, y tanto que es posible, debemos afrontar el partido de forma muy distinta a como lo hicimos en Can Rabia y en Can Mou. Primero hay que ser optimistas y recordar partidos de dificultad similar, o incluso superior, que supimos solventar. Dijo Pep que el partido del Camp Nou iba a ser muy largo. Evidentemente que sí, como aquel match del 1 de Noviembre de 1978 contra el Anderlecht belga. El partido de ida lo perdimos de forma lastimosa por 3-0, también con un arbitraje penoso y acosados por la dureza del rival. No hizo falta calentar el partido de vuelta, ya se encargó su entrenador, un ruín Raymond Goethals, un tipo tan impresentable que Mourinho a su lado recibiría el premio de Mr.Fair Play.
Que noche la de aquel día de Tots Sants, el Camp Nou rugía incluso 1 hora antes de empezar el partido, los de general de pie llenábamos nuestra zona mucho antes del comienzo de la contienda. Cuando salieron los 2 equipos el ruido era ensordecedor, toda la afición exteriorizó sus ansias de venganza y el Anderlecht fue engullido por la magnitud del estadio ( recordemos que aún no se había realizado la ampliación de la 3ª gradería).
Los belgas, a pesar de ser un gran equipo en aquella época, sucumbió al gran juego barcelonista y salieron con el autobús puesto. Krankl marcó el primer gol en el ecuador de la primera mitad y el “Milonguita” Heredia ( como me gustaría tener un “salvaje” como este en mi equipo actual) hizo el segundo al filo del descanso. En la segunda parte los belgas siguieron defendiéndose como gato panza arriba con una magistral interpretación de la tàctica del fuera de juego a la que ayudó el empecinamiento del juez de línea en levantar el banderín tanto si era como si no. Solo se logró romper esta precisión en el orsay con una jugada individual del “Torito” Zuviría en el minuto 85( Heredia y Zuviría en el mismo equipo ¿acojona eh?) cogiendo a contrapie a la defensa que salía como una exhalación para dejar a los delanteros azulgranas en posición ilegal.
Partido largo, con prórroga y penaltys, resuelto en el enésimo lanzamiento por el ex-jugador del Terrassa Bio ( si, en aquella época también había jugadores que jamás deberían haber pisado el Barça y Txiki Begiristain no era el Secretario Técnico,solo tenía 14 años ). También tenemos ejemplos de remontadas con un 3-1 en la ida, contra el Dynamo de Kiev por 4-1 ( en el que se dice que fue el mejor partido del Dream Team de Cruyff) y contra el Chelsea, por 5-1 en la prórroga, lástima que aquel Barça de Van Gaal acabase sucumbiendo en semifinales ante el Valencia del “Piojo” López.
Además de positivizar los recuerdos, no nos podemos permitir otro partido como los que hicimos en Cornellà y en Milan, el Barça debe volver a su juego original, no basta con tener el balón ( el Inter ya nos lo regalará) sino que debemos saber que hacer con él, dejar el tiki-taka y el rondo inútil sustituyéndolo por un control rápido y profundidad. Hay que olvidarse de experimentos puntuales ( Maxwell de extremo puede sorprender una vez, en algún partido concreto) o movimientos desesperados (Piqué en punta, ya recordamos que Cruyff lo hacía con Alexanko pero, no consigo recordar que nunca funcionase) y jugar como sabemos, con velocidad de balón, buscando los espacios de la veterana defensa italiana y con presión asfixiante a la defensa Interista. Para eso hay que abrir el campo, con Pedro y Messi a las bandas, intercambiando posiciones entre ellos y con Ibrahimovic ( sí, son los únicos 3 delanteros que tenemos, Iniesta no está, a Henry ni se le espera y Bojan…demasiado tierno para esa experta defensa).
Yo pondría también a TouréYaya junto a Busquets y Xavi en el mediocampo pero situando al costamarfileño en posición más adelantada, aprovechando su profundidad y físico y, en algún momento, su potencia de disparo. En la defensa no hay vuelta de hoja, Alves ( es posible que previa comida de coco de Guardiola y teniendo a Messi en su banda, el brasileño mejore su momento de forma) Piqué, Milito, Abidal.
No debemos olvidarnos que el sabado tenemos Liga y, aunque a muchos les pueda parecer que el Xerez será un ”sparring”, no hay que obviar que Gorosito ha mejorado sensiblemente a su equipo y no hay que confiarse. Se puede hacer una alineación del estilo como la que hicimos contra el Ath. de Bilbao en Semana Santa e intentar liquidar el partido lo más rápidamente posible, esperando que el Zaragoza nos obsequie con una ayuda tan tangible como moral.
No hay que menospreciar tampoco los pequeños detalles para el partido ante el ( o la) Inter. Sería conveniente un mosaico del mayor tamaño posible y que ningún socio se quede en casa, los no abonados que estén pendientes del “Seient Lliure”.
También sería de gran ayuda la colaboración de los empleados del Hotel donde se hospede el árbitro escondiendo cualquier ejemplar de prensa deportiva española y dejando a la vista el Sport y El Mundo Deportivo recordando los ¿errores? de Olegario Benquerença. También que la televisión de la habitación del trencilla repita las jugadas conflictivas del partido de ida hasta la saciedad.
Si cumplimos a rajatabla estas condiciones, no tengo ninguna duda de conseguir la remontada, somos mejores, jugaremos infinitamente mejor que en Italia y, recordemos, nuestros rivales en octavos y cuartos se han llevado 4 goles en el zurrón.
Ah, se me olvidaba, el impresentable que firma este post olvidó ponerse la camiseta talismán mientras visionaba el Inter-Barça, esto no se repetirá el próximo miercoles, esa zamarra está deseando volver a Madrí.