Primero de todo, decir que las notas son la media de todos los 1×1 que se han hecho en el Diario Yoya. El primero fue el 11 de enero, en un Tenerife-Barça. En total han sido 26 partidos que recogen básicamente lo que ha sido el 2010, hay algún que otro partido sin 1×1. Los titulares indiscutibles quizás tienen una nota menor a la que les corresponde, porque les ha tocado jugar también aquellos partidos donde el equipo no lo hizo bien y eso puntúa a la baja. Voy a ordenar de menor a mejor nota, no hace falta leerse el texto:
Edit: Viendo que la situación podía desembocar en una “caja” de brujas, se ha instalado un coeficiente corrector, bueno, cada partido jugado suna un 0.05 a la nota. Así, además de reducirse el efecto de haber jugado poco, también se incrementan las notas y todo parece más bonito y nos gustamos más.
Chygrynskiy (5.1). Sólo ha sumado dos notas. A penas disfrutó minutos en 2010, a pesar de que a principio de temporada sí fue titular en bastantes partidos seguidos, sobretodo tras su fichaje. No dio la talla y se le espera para el año que viene, la credibilidad de Guardiola está en juego.
Jeffren (5.3). A penas ha disputado minutos, y sobretodo al principio hizo actuaciones muy discretas, jugando de lateral en determinados partidos, como contra el Atlético, en la que fue la única derrota de la temporada en Liga. Luego a final de temporada tuvo más minutos de rotación jugando de extremo, donde aprovechó para marcar algún que otro gol. Inexplicablemente salió como revulsivo contra el Inter.
Ibrahimovic (6.1). Empezó bien la temporada, dando goles que significaban victorias cuando el equipo estaba en periodo de carga con un calendario lleno de finales. A partir de 2010 su nivel ha sido insuficiente. Muy irregular, con lesiones que cortaban su progresión pero con alguna que otra actuación que le ha permitido aprobar, como contra el Arsenal. Es posiblemente el jugador que suma más notas bajas. Obviamente no ha dado la talla, su fichaje se puede considerar un fracaso, sobretodo por lo que ha costado. La situación podía ser previsible, nunca fue Ibrahimovic un valor seguro.
Milito (6.4). No se le puede pedir mucho más. Su mejor partido fue que volvió a jugar. Sólo suspendió un partido, contra el Inter en el Camp Nou, donde Guardiola lo sacrificó situándolo como lateral zurdo contra toda natura. En el resto siempre aprobó, fue regular, no fue nunca el mejor pero dejó buenas sensaciones. Para él este año ha sido de rehabilitación, puede ser importante la próxima temporada. Si no alcanza al nivel de antaño, siempre será un grandísimo suplente. Un líder en la sombra.
Keita (6.6). Otro fiel reflejo de que al no haber 1×1 de la primera parte de a temporada su nota es más baja de lo que debería, y es que el 2010 no fue su año. Primero fue a la Copa África que le cortó como a casi todos los africanos su temporada. Volvió sin ser titular, también porque Iniesta entonces estaba en su mejor momento. Luego se encontró con el cambio de sistema de Guardiola, donde Keita no se adaptó, pues acabó jugando de volante cuando sus cualidades no se adaptan nada a esta posición. Sus peores partidos y notas son justamente en esta posición. Cuando jugó de interior las notas suben como el pan.
Henry (6.7). Ya en 2010 fue suplente. Guardiola perdió la fe en él y sus minutos fueron de más calidad que muchos otros, eso quizás explica su nota más alta. Sobretodo le catapulta el partido contra el Valencia en el Camp Nou, donde fue imprescindible saliendo desde el banquillo para dinamitar el partido. Sus notas son altas en los partidos que jugó, ya liberado de su responsabilidad de ser titular. Su última temporada en el Barça no estuvo a la altura del jugador, uno de los grandes de la historia de este deporte.
Márquez (6.8). Sí, Márquez no dio pena como muchos piensan. Cuando jugó lo hizo bien. No jugó mucho, pero cuando lo hizo intentó no quedar en evidencia como a principios de temporada. El grandísimo partido contra el Arsenal en el Camp Nou pesa bastante. Pero no fue su único gran partido. Quizás haya sido su último año. Los años no pasan en vano, Márquez es un jugador que necesita continuidad, pues mentalmente es bastante frágil y si no está concentrado comete errores evidentes. Sin embargo, pudo centrarse en los pocos partidos que jugó. Claro ejemplo de que las sensaciones se alejan de la realidad.
Maxwell (6.8). En 2010 jugó muchísimos partidos, dando la sensación en la mayoría de ellos que no daba lo que se le pedía. Casi siempre pasó desapercibido, le costó arriesgar y firmar jugadas propias. A nadie se le escapa que si Abidal hubiera tenido un año sin lesiones, hubiera jugado más bien poco, como sucedió a principios de año. Al final jugó mucho, no desentonó, vino como suplente pero nunca ha dado la sensación de competir realmente por la titularidad. También jugó de volante cuando se pasó al 4-2-3-1, con un rendimiento aun más escaso. En todo caso, dio la sensación de ser bastante poco atrevido en ataque y de ser muy frágil en defensa, como se vio en partidos clave en Champions League, el Barça naufragó contra Arsenal e Inter por su banda.
Busquets (6.9). Titular indiscutible a pesar de que en muchos partidos no dio la talla. Da la sensación que le queda aun grande este sello de indiscutible en un equipo como el Barça. Demasiado irregular. Reúne grandes partidos donde se suma a la rápida circulación del balón, se muestra hábil con él y es muy contundente en defensa con partidos donde comete errores de inexperto, no gana un sólo balón aéreo y no encuentra su posición en el campo. Siendo aun muy joven, su margen de mejora es esperanzador. Quizás no debió jugar tanto.
Touré (6.9). Relegado a la suplencia y castigado físicamente tras la Copa África pocas veces fue el todoterreno del año pasado. Con poca confianza a veces pareció demasiado lento, tanto entregando el balón como lento de reflejos. A pesar de eso, nunca desentonó. El físico de Touré es impresionante y con sólo eso ya se sirve para no suspender nunca. Cuando el espíritu de Touré no está en el campo, siempre queda su cuerpo de roca. Sus dos mejores partidos posiblemente fueron jugando de interior, sobretodo el último contra el Valladolid, que nos volvió a recordar que allí está, que no se puede vender.
Puyol (7). En claro descenso esta temporada. Empezó a un nivel espectacular, titular indiscutible. Su nivel fue bajando, cosa de la edad. Sólo en algún partido en particular dio un rendimiento pésimo, la mayor parte del año fue regular, casi siempre aprobado con alguna que otra gran actuación. Puyol ha dado la sensación de que ya no puede ser indiscutible. Es un ejemplo de compromiso en el campo, muchas veces salvando goles con cortes espectaculares, como la última contra el Valladolid a Manucho. Pero tácticamente flojeó y quizás a veces da la sensación que ya no llega a algunos balones que sí hacía antaño. Aun le quedan años en el Barça si él quiere, pero el banquillo deberá ser más habitual para él.
Iniesta (7). Aunque parezca que no, jugó muchos partidos. Desde luego las notas reflejan su rendimiento. En enero y febrero vimos al mejor Iniesta, empezaba a recordar al que todos conocemos, allí acumuló grandes partidos. Luego se volvió a apagar, siendo intrascendente para el equipo y lejos del crack que se espera y finalmente cayó en una espiral de lesiones que acabó por romper cualquier progresión, tanto física como mental. En el minuto 84 del último partido de Liga, salió desde el banquillo y recibió la gran ovación de toda la tarde, y es que Iniesta no sólo es muy querido, sino que todos sabemos que lo necesitamos al mejor nivel para el año que viene si queremos volver a soñar.
Alves (7.1). Siendo brasileño, por más comprometido que pueda ser este jugador, se le nota que hay año de Mundial. Si bien es cierto que a final de temporada volvió a su mejor nivel, se pasó la mayor parte del año naufragando en su banda, y qué decir con su duelo contra Maicon, siendo uno de los culpables de la derrota en el Guiseppe Meazza y siendo quizás el peor Alves de toda su época como blaugrana. Impreciso con los centros, despistado en defensa y poco contundente en ataque. No deja ser ser siempre un grandísimo lateral, pero está claro que se pudo esperar mucho más de él en gran parte de la temporada.
Bojan (7.2). También jugó muchos partidos. Pero no en muchos fue relevante. Es el jugador que suma más minutos basura, aquellos que a penas te dan tiempo para hacer nada. Tiene muchos “sin comentarios” en su haber. Falto de confianza por parte de Guardiola, que lo mantuvo en la cueva demasiado tiempo, su primer tramo del año fue pobre, alguna titularidad como contra el Valencia donde simplemente dio lástima. Explotó una vez dispuso de minutos de calidad de forma regular, y todo gracias a su empeño, nadie le regaló nada. Fue tras marcar dos goles seguidos en a penas 15 minutos que deberían haber sido de basura, y finalmente el gol contra el Inter que lo cambió todo. No subió al marcador pero nos recordó que él estaba allí y que tenía cosas que decir. Desde entonces sentó al fichaje más caro de la historia del Barça y no salió de la titularidad, marcando goles y dejando siempre buenas sensaciones.
Abidal (7.7). Ahí lo tienen, al que agarra el micro como un rapero del Bronx. La verdad es que en 2010 jugó pocos partidos, en concreto 9. Se pasó muchas semanas lesionado y el equipo lo notó mucho. Al jugar pocos partidos evita las notas de castigo, pero también es justo decir que lo merece. Demostró ser el mejor lateral izquierdo del mundo, en muchos partidos se comió su banda como si fuera Roberto Carlos, aunque sin la determinación del brasileño cerca del área. Aun así dio más asistencias que nunca. En defensa fue colosal. El mejor Abidal desde que llegó. Indiscutible para el año que viene, aunque haya candidatos obsesionados en fichar en su posición.
Xavi (7.7). Claro ejemplo de que al jugarlo todo su nota es más baja. También es verdad que tuvo fases del año donde fue intrascendente, cuando el equipo se mostraba plano, lento, cargado, previsible y horizontal. En este tipo de partidos Xavi no destaca nunca, y por eso tiene bastantes notas bajas. Luego tuvo partidos colosales donde sacó a relucir sus grandes cualidades. Se le notó en falta en la finalización de las jugadas, algún que otro gol. En todo caso, fue siempre la referencia y el motor del equipo, en los buenos y en los malos momentos.
Pedro (7.8). Su temporada ha sido muy irregular, con partidos muy insuficientes pero con otros donde se erigió como salvador. Es justo decir que la nota es más baja de la que debería, simplemente porque no se pueden ponderar diferente ciertos partidos, y es que en casi todos los partidos importantes Pedro rindió, en algunos sin marcar, pero en la mayoría dejando su firma con balones en la red. Marcó en casi todos los partidos importantes del año. Ha sido sin duda la revelación, no sólo del Barça, sino del fútbol mundial. Un ejemplo para todos los futbolistas del mundo, el año pasado no era nadie, no prometía nada, no pedía nada. Se lo ha ganado todo con sacrificio y trabajo, nadie le puede reprochar nada.
Piqué (7.9). De menos a más claramente. Empezó flojo y acabó imperial. Indiscutiblemente será futuro capitán y el líder de la defensa del Barça durante bastantes años. Su partido contra el Inter en el Camp Nou es el paradigma de líder. Siendo defensa atacó mejor que cualquier otro jugador. Siente los colores y eso le da un plus a su rendimiento. Gran final de temporada de Piqué, sin olvidar que tuvo fases donde desconectó y se acomodó. Quizás la cena con Guardiola hizo efecto.
Messi (8.3). Lástima que no apareciera contra el Inter en 180 minutos (en realidad en 270). Decepcionó enormemente en esos partidos, si bien jugó demasiado lejos del área y eso le imposibilitó ser un jugador peligroso. Qué decir de Messi, si ha acabado con 34 goles en Liga y 47 en total. Para poner una pega, se le vio demasiado individualista y obsesionado con los premios individuales, buscando muchas veces su gol. Este año ha marcado más goles pero ha asistido menos, también es verdad que con Ibrahimovic no tuvo su mejor aliado y nunca se entendió con él como sí lo hacía con Eto’o. Camino de los 23 años da bastante miedo pensar en el techo de este jugador.
Valdés (8.4). La nota hace justicia en el papel que ha desempeñado nuestro portero este año. Decisivo en muchos partidos, dando puntos y partidos, pero sobretodo dando una sensación de seguridad intachable. Explotado como jugador de campo, Valdés acepta muchos riesgos en favor del equipo, seguramente otro jugador menos comprometido se negaría a hacer ese papel de portero-jugador, porque el riesgo de error es elevadísimo y el culpable siempre sería él para la gente. Lo acepta, como lo ha hecho siempre. Como Iniesta el año pasado, éste ha sido el año de la consagración de Valdés como portero de élite, aunque al igual que el manchego, ya llevara años rindiendo para ser considerado como tal.
Especial mención a Pinto (6), Thiago (7) y Barta (6), que sólo jugaron un partido.