En el fondo, Sandro Pilatos le ha hecho un gran favor a Laporta. Lo ha resituado en primera línea mediática, en la que el hombre se encuentra en su salsa. Eso le dará casi seguro más réditos electorales, además de convertirle ya de forma oficial y moral en el primer controller de la actual Junta, que a partir de ahora, va a tener que dar explicaciones por todo. No descarto incluso una revenganza fría, aspirando a la presidencia del club en el 2016, o calentita, fomentando una moción de censura a las primeras de cambio. Al personaje le va la marcha. Eso lo sabemos.
Así va a ser muy difícil dirigir el club con solvencia no ya seis años, sino incluso los próximos seis días.
Además, Pilatos incumplirá impepinablemente la máxima voluntad de su programa electoral: ser el president de tots. Eso ya es hoy por hoy imposible, reconocido por él mismo.
Por si fuera poco, ahora parece que Pilatos quiere atizar a Soriano y salpicarle también para no dejar ningún enemigo con vida. Ha puesto su punto de mira en él acusándole de ser la mente pensante de los espionajes o del despido sin indemnización y con coacciones de Flavia Massoli. También prosigue la demanda contra Marc Ingla, si no voy equivocado, y al paso que va acabará por emprenderla también contra Benedito, cuyo libro ‘Parlant clar’, verá la luz en los próximos días. A ver qué nos cuenta.
Yo, al menos, me pregunto: ¿Hace todo esto Pilatos por el bien del club o por prurito y satisfacción personal? Calia tot això? ¿Lo necesitaba el club, el socio el equipo? ¿Nos beneficia realmente en algo? Y, avanzándonos a los hechos, ¿realmente alguien en su sano juicio cree que Laporta acabará pagando 40 millones de euros o se reducirá todo a sentencias, recursos, tribunales impugnaciones y demás mandangas legales? Toni Freixa tiene el trabajo asegurado, de eso estoy seguro.
Quien a hierro mata, a hierro muere. Pilatos no tendrá un mandato tranquilo ni un solo segundo y, lo peor, aunque duela decirlo y Dios no lo quiera, sería muy raro que todo esto no acabara afectando al rendimiento deportivo. Si algún día, ya sea por azar o no, la pelota deja de entrar, no quiero ni imaginar en lo que se puede convertir el Estadi, con un montón de gente mirando hacia el palco y la sombra del “que peti tot” apoderándose del entorno.
Preocupantes en ese sentido son ya las declaraciones de Xavi. No olvidemos que en su día, Figo y el propio Guardiola dijeron que era imposible jugar bien al fútbol con el ambiente irrespirable que detectaban los jugadores, aumentando todavía más el malestar hacia la figura de Núñez en sus últimos días al frente del Club. No, no hemos aprendido nada de nuestra Historia reciente.
Pero nada de lo que pasa es sorprendente puesto que Sandro hace mucho tiempo que se convirtió en Pilatos. Ya hizo de Pilatos en la moción de censura a Laporta, en la que apenas se mojó. Lo ha venido haciendo con algunos medios de comunicación y periodistas desde que se largó de la Junta, dejando que sean sus taquígrafos, morenos en versión juntaletras, quienes opinen por él, pero manejando todos los hilos desde la sombra a cambio de devolver favores. Lo volvió a hacer durante la campaña, especialmente cuando hablaba de Txiki y, ahora, lo ha repetido en público y ante los socios al votar en blanco la decisión social más importante de la Historia del club.
El neonuñismo de Pilatos parece contar, eso sí, con una masa de admirables fieles de entre 30 y 40 mil amigos culés, a los que respeto enormemente, aunque no entienda a ciencia cierta lo que ven en él para mostrarle su apoyo, acaso sea la garantía de que nunca nadie les va a quitar sus asientos del Camp Nou, puesto que incluso en eso, Pilatos ha apostado por un club elitista, selectivo y excluyente, en lugar de mantener la universalidad de la que el Barça ha hecho gala históricamente.
Pilatos está llevando el Barça por muy mal camino. Como ya auguró Yoda en su día, sin duda lo está metiendo de cabeza en el lado oscuro.
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