Mucho hemos criticado a Sandro por votar en blanco en la pasada Asamblea. Y es que una cosa es que muchos quieran ser presidentes de club para poder jugar al ‘Quiere Ser Millonario’, y otra muy distinta que a la hora de tomar una decisión de las gordas decidan jugarse el comodín del público.
Tema de rabiosa actualidad, sí.
Porque digan lo que digan los estatutos, no puede ser que las decisiones acaben dependiendo de unos cuantos miembros de esa masa social denominados compromisarios que 1) no han tenido tiempo de estudiarse los datos que se presentan a la Asamblea, 2) si lo hubieran tenido da igual porque la mayoría no tienen ni puta idea de nada son gente de buena fe pero de conocimientos limitados, y 3) para mayor inri NO HAN SIDO ELEGIDOS POR SUFRAGIO sino por un procedimiento que será todo lo soberano que queramos (¡y a mí qué!) pero que para nada es democrático; es decir, es gente que no se representa más que a sí misma, y eso a duras penas como tuvimos la dolorosa oportunidad de comprobar hace unas semanas.
Así las cosas, y criticada suficientemente ya (y con toda la razón del mundo) la postura de Sandro en este y otros foros, me quedo en el tema de la representatividad de los compromisarios y propongo desde aquí solucionar el problema yendo directamente a la raíz misma del mal: carguémonos de una vez por todas esa dichosa Asamblea caduca y trasnochada de gente escogida supuestamente al azar. Basta de sermones anodinos y tendenciosos powerpoints de los dirigentes, basta de esa charlatanería banal disfrazada de falsa participación ese torn de preguntes . Que gobierne la directiva de turno, y si ésta considera en un momento dado que algún asunto es tan determinante que mejor contar con la opinión de los socios, que se monte un referéndum. Para las cuentas ya estará Deloitte démosles confianza plena y, además, qué más da que se voten si al final resulta que la Junta Directiva, esta Junta, todas las Juntas, SIEMPRE sacan adelante las votaciones de las cuentas sean del color que sean?
Porque esa es otra, manda carallo que con las divisiones e ismos distintas sensibilidades que existen en nuestro club (y por tanto teóricamente en nuestros compromisarios) y con las directivas de distinto pelaje filosófico-deportivo-político-institucional que hemos tenido, las votaciones sobre las cuentas (lo único que les importa) siempre obtengan un SÍ abrumador. Ni que fueran misarios comprados en vez de compromisarios, esos tipos que prestan su ayuda durante la misa, y que para lo que nos interesa en el post, colaborarían para que el rito anual de la Asamblea salga cada año exactamente igual (sospecha incrementada por el hecho de que ahora vamos continuamente a Montserrat, queremos recuperar la tradición de agradecer a la Mercè nuestras hazañas, y probablemente veremos al Presi y al nietísimo en primera fila de la Sagrada Familia este fin de semana).
Negatifo. Que desgraciadamente para nuestros intereses se ha acabado el Villarato. Esta teoría relañona se sustenta en el (falso) hecho de que Villar le debe la presidencia de la FEF a Laporta. Por tanto, si resulta que en este momento el que manda en Can Barça no es otro que el archienemigo de Jan, por un principio elemental de lógica aristotélica es evidente que los árbitros irán ahora contra nosotros. ¿No?
Positifo. Que tenemos Villa para rato. Ya marcará, ya, pero de momento el asturiano ha sido capaz en poco más de 10 partidos de solucionar sus otrora constantes caídas en fuera de juego (y eso que los entendidos me aseguraban que eso era consubstancial a todo delantero centro que se precie…). Lamentablemente para el Barça, Ibra no fue capaz de conseguirlo ¡en toda una temporada!