Cada verano les pregunto a mis amigos(?) madridistas si la camiseta del madrid no les parece aburrida, siempre blanca, siempre igual. Ellos me dicen que no, y que además la del barça parece un pijama. Qué cabrones. Pues un poco sí, por qué vamos a engañarnos. De las múltiples teorías de por qué Gamper eligió el blau y el grana para su nuevo Clum, quizá la más razonable sea la que nos dice que el petit suisse se inspiró en los colores del F.C. Basilea. Sabia elección, ¿la primera cruyffada(?) del club?, cuando lo más fácil quizá hubiera sido vestir como ahora los colchoneros o el Sporting de Gijón, rayas blancas y rojas, como la cruz de Sant Jordi que simboliza la ciudad. Pero veamos cómo ha evolucionado el pijama con el que Gamper empezó esta aventura repleta de sueños húmedos.
Pijama clásico (1899)
El original, el auténtico pijama. Con su tres botoncitos, con sus mangas. Una joya única que jamás se han atrevido a imitar, como debe ser.
Los primeros años (décadas de los 1920 y 30)
Se introduce la primera novedad significativa: las rayas verticales. Primero la grana en el centro; luego al revés, con la franja azul centrada. Llama la atención el gigantesco escudo cosido sobre el corazón.
La estilización (décadas de los 1950 y 60)
Quizá porque fueron años duros en que la gente tuvo que apretarse los cinturones. La camiseta de los 50 introduce la novedad de las rayas mucho más estrechas, además de anticiparse a la moda hippie con el cordoncito para abrocharse el cuello. Sin duda la de los 50 fue una de las mejores décadas de la historia del club, con un tal Kubala al frente.
Nuevos detalles (década de 1970)
Siguen las modificaciones inéditas en la camiseta. Se empieza la década con la novedad de las franjas gruesas descentradas; se acaba con una vuelta a los años 50 e incluso a los 20: franjas delgadas, la grana en el centro. Se introduce la novedad del escudo cosido en el centro de la camiseta. Muy interesante la segunda equipación: amarilla con una doble franja blaugrana en diagonal. ¿A qué están esperando los señores de Nike?
La era de los pijamas Meyba (década de los 80 y principios de los 90)
Muy cotizada equipación vintage, sencilla y en muchos sentidos perfecta. Es la equipación estándard, el modelo a partir del cual se hacen las variaciones: franjas de amplitud media, la azul en el centro. Meyba añade lo que sería la primera “publicidad” en la equipación, abriendo un camino que las marcas posteriores explotarán a más no poder. Destacan las equipaciones suplentes, inspiradas en colores utilizados en épocas anteriores (amarillo, rosa, turquesa). Lo que demuestra que las frivolidades de Nike (que para algunos del Yoya convierten una final en un “puto gay parade”) no son tan originales como parecía. Mención aparte, la camiseta naranja de Wembley. Se hizo raro ganar nuestra primera Copa de Europa vestidos de un color tan peculiar; visto con perspectiva, un puntazo.
La era de los pijamas Kappa (mediados de los 90)
Polémica camiseta la de Kappa, introduciendo una franja blanca en las mangas. No sabía uno donde mirar para no ver el puto logo de Kappa. Hasta en la sopa, tu. Y hasta el punto que le acababas pillando cariño al logo ese. ¿Será porque esa camiseta me recuerda automáticamente a Romario y al 5-0? Magnífica segunda equipación turquesa, por cierto. Las versiones siguientes arreglan lo del color blanco en la manga, se inventan un collage atrevido en las equipaciones turquesa y naranja (temporadas 95-96, 96-97), e introducen algunos detalles inéditos: franjas finísimas dentro de las franjas gruesas, así como la palabra “Barça” en el pecho (bien por Kappa) (temporada 97-98). Evidentemente la frivolidad del siguiente diseño de Kappa le costó a la empresa el final del contrato. Quizá la peor de las camisetas que los nuestros se han embutido.
La era de los pijamas Nike (nuevo milenio)
Cambio de empresa, cambio de milenio. Espléndida equipación la de la temporada 98-99, reeditando zamarras clásicas y poniendo los logos en el centro. Sin duda una de las mejores equipaciones de los años recientes. Por desgracia, rápidamente eclipsada por otro clásico: la camiseta del Centenari, uno de los mayores objetos de adoración por parte del barcelonismo, con aquella acertada inscripción en el pecho: “1899-1999”. Los años siguientes vendrían marcados por variaciones sobre un mismo tema: que si franjas más gruesas, más delgadas; que si mangas azul oscuro; que si escudo en el corazón o en el centro, que si detallitos en el cuello… la cuestión es vender un nuevo modelo cada año. De esos primeros años de Nike sin duda quedarán algunas aportaciones dignas del museo del horror o de un programa de Iker Jiménez: la camiseta suplente plateada y, por supuesto, la dorada y la marrón. Eso sí, época que nos brindó algunos oasis en el desierto de las equipaciones suplentes: las azul oscuro. Una de ellas, la de la franja blaugrana en diagonal, preciosa. No pasa nada por decirlo. Hasta hoy el festival de colores ha continuado (amarillo fofi, naranja, turquesa, amarillo canario, salmón, verde otra vez…), mientras que las equipaciones blaugranas han seguido modificando el ancho de sus rayas como cambio principal año tras año, con la singularidad de la mítica temporada 2008-09, con una camiseta mitad azul, mitad grana. También destacable el recuerdo del aniversario del Camp Nou la temporada 2007-08. Y, por supuesto, el logo de Unicef a partir del 2006, algo sin precedentes en nuestra camiseta, como también la irrupción de la Senyera, insertada año tras año con la gracia de ocupar rincones discretos pero consiguiendo ser bien visible por la tele.
Especulaciones, rarezas, fakes…
Otro día hablaremos del apasionante(?) tema de los pantalones (más de uno se sorprenderá al saber que el barça ha llevado pantalones blancos, y también negros, y que el grana del año 2005 fue algo inédito hasta el momento). Aunque mucho más interés despierta el tema de las rarezas y fakes varios. Os dejo con algunos de los más irritantes y sorprendentes, como el supuesto diseño si la empresa fuese Adidas, o la tan esperada camiseta suplente con los colores de la Senyera, o varios fakes que han circulado últimamente anticipando la siguiente camiseta, o el día en que a Sandro le ofrezcan 200 kilos por anunciar al Real Madrid en la camiseta y el tío acepte porque hay que pagar las nóminas.
En definitiva, culerdos, esta es la historia de un pijama bajo el cual se han hecho realidad algunos de nuestros mayores sueños. Normal que no queramos despertar. Dulces sueños.