Quizás muchos de los que lean este post no lo sepan, pero los Dire Straits fue el grupo de rock de mayor impacto en los primeros ochenta. A principios de la década donde era casi obligatorio llevar mullet, un ex guitarra de Bob Dylan que jugaba a imitar su peculiar voz, Mark Knopfler, que ya entonces tenía problemas con seguir la moda en el peinado, revolucionó el mundo del rock con una canción llamada Sultans of Swing que trataba sobre una banda de rock un poco cutre que tocaba sus canciones en un pequeño pub de Londres.
Y muchos pensarán (y con razón) ¿y que tienen que ver los Dire Straits con el partido contra el Levante UD? Es una historia personal. El 30 de junio de 1983 quien escribe este post descubrió así, de golpe, lo que suponía un mega concierto en directo, precisamente en el Estadio del Levante, con los Dire Straits. Fue algo sublime en aquel momento (hace casi 30 años), disfruté como un loco de los solos de guitarra, canté todos los estribillos con mi inglés macarrónico y acabé flotando casi a la altura del vetusto marcador.Tres décadas después, hasta el propio Knopfler reniega de aquella época quizás harto de alargar sus solos de guitarra hasta más allá de lo deseable .
Allí, en el estadio del Levante vi a algunos mitos propios de aquella década como Simple Minds o Pretenders y, muy cerquita de allí, en Pachá o Arena Auditorium, a The Cure, The Smiths, Nick Cave, Lloyd Cole, Aztec Camera o Deacon Blue, en definitiva, una delicia que, desgraciadamente, ha dejado de existir gracias al resurgimiento de triunfitos, toreros, sálvames, kikosriveras y demás fauna que han sustituido a los viejos ídolos rockeros y que han perjudicado más a la salud pública que todo el haschisch que se fumó en los ochenta . Aquél barrio, Benimaclet, era entonces más conocido por la “movida” estudiantil y por los conciertos en directo que por el fútbol del Levante cuyo estadio parecía estar abandonado a la suerte del fútbol regional y los conciertos multitudinarios. El ninguneo actual de Canal 9 y las instituciones valencianas quizás esté relacionada con esa impresión de que el fútbol que importaba era el que se jugaba más allá de la Avenida Primado Reig.
La identificación del estadio del Levante con el fútbol es algo mucho más reciente pues hasta la temporada 2003-2004, que ya recordé hace unos días, el equipo estuvo navegando por segunda o segunda B y fue de la mano de Manolo Preciado cuando regresó a Primera División con la intención de quedarse.
Es curioso que desde entonces, Barça y Levante, que comparten colores por la afición blaugrana de uno de sus fundadores, han coincidido en la consecución de la primera Liga de la era Rijkaard y en la última , hasta el momento, de Pep. A los amantes de las churriestadísticas casi el 2% de la Ligas del Barça , las ha ganado en el Ciutat de Valencia(?).
El actual Levante de Juan Ignacio Martínez está basado en la gran experiencia de su defensa , Javi Venta,Nano,Ballesteros y Juanfran con una media de casi 35 años que, con tanta maestría desquició al Madrid de Mourinho en Valencia, en un partido similar al que perdió el Barça el sábado pasado. Ellos son los Sultanes del Swing de esta Liga, seguro que no llegaron a ver el concierto en el 83, pero su rebeldía a aceptar lo inevitable y su sorprendente clasificación merecen un respeto.
Un personaje importante en este relato, Manolo Preciado, injustamente tratado por el Levante, vuelve aparecer en el día de hoy, para redondear la historia y quizás para amargarle la tarde a su “amigo” portugués a quien tildó merecidamente de canalla hace aproximadamente un año. Pep ayer dijo con la boca pequeña que no había preparado nada para el clásico y que bastante tenía con ir partido a partido. Tiene razón, hoy no va a ser un partido fácil, y el Levante viene de golear precisamente al Sporting de Gijón pero será muy difícil dejar de pensar en el próximo día 10 a las 10, se juegan, nos jugamos, media Liga…