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¿Qué fue de...?

Robert Prosinecki

Hola, bienvenidos, sí sí, aquí, al fondo a la izquierda, pasad pasad.

Arrancamos nueva sección, donde rescataremos para el placer de los yoyeros a grandes “perlas” del fútbol mundial, repasaremos su trayectoria y en definitiva, nos divertiremos con las peculiaridades y excentricidades de tan variopintos personajes.

Por el título del post lo habréis acertado, esta primera entrega irá dedicada a Robert Prosinecki. ¿Qué quien es? Pasen, pasen y vean.

Robert Prosinečki (pronunciado Prosinechki) nació un bello 12 de Enero de 1969 en Villingen-Schwenningen, ciudad de 81.000 habitantes por aquel entonces de Alemania Occidental y donde se puede ver nacer el río Neckar. De padre croata y madre Serbia, el pequeño Robert dio sus primeros pasos en tierras germanas, país donde permaneció hasta los 10 años de edad y donde pudo dar sus primeras patadas al balón. Se enroló en las filas del fútbol formativo del Stuttgarter Kickers, club curioso, pues se fundó tan solo unas semanas antes que el F.C Barcelona, equipo en el cual acabaría nuestra perla alemano-croata deleitándonos con su precioso (?) fútbol..

En esta foto podemos ver a unos apuestos chicos que sueñan con llegar a ser los nuevos Prosinecki, todos ellos con la equipación del Stuttgarter Kickers.

Pero sigamos, sigamos con la historia. Prosinecki regresó a Croacia a los 10 años de edad, y después de dejar toda su calidad en Alemania, decidió incorporarse al fútbol formativo del Dinamo Zagreb, club conocido hoy en día por amañar partidos para que pasen otros clubes franceses a octavos de la Champions… ay, que me voy por las ramas.

Total, que si ahora juvenil, que si ahora filial, y en la temporada 86-87 nuestro protagonista debuta con el primer equipo del Zagreb de la mano de Miroslav Blažević mediante una buena actuación y gol. Marcaría algún gol más en su año de debut. Su padre, llamado Đuro (el nombre tiene guasa) ni corto ni perezoso vio que su hijo era un filón y decidió plantarse en las oficinas, mirando por el bienestar de Robert y su bolsillo y exigiendo un contrato profesional para su hijo, que contaba con apenas 18 años de edad.

El problemón vino cuando Blažević, se deshizo de Prosinecki por las exigencias económicas, y soltó una de esas frases lapidarias que tanto gustan. Fue esta:

Me comeré mi título de entrenador si Prosinecki llega a ser un futbolista de verdad.

En verano de aquel mismo año, el director deportivo del Estrella Roja declaró que una persona se le acercó diciendo que era el tío de Prosinecki (como ven, todo queda en familia) y pidió una prueba para el jugador. Robert hizo varias pruebas y los técnicos del Estrella Roja determinaron que ese jugador tenía clase y por tanto debía ser fichado. Prosinecki empezó a maravillar a propios y extraños, hasta el punto de convertirse en el jugador más prometedor de Yugoslavia. Rápidamente fue llamado para formar parte de la selección yugoslava sub20, y voló hacia Chile, donde se jugaría el mundial juvenil.

El joven Robert para más inri, fue galardonado con el Balón de Oro del torneo, siendo la estrella de la selección yugoslava que a la postre campeonó. Coincidió con otros jugadores ilustres como Suker o Mijatovic.

La posterior historia ya la conocemos, Prosinecki fue parte activa de una de las épocas más fructíferas en la historia del Estrella Roja, al ganar en 4 años nada más y nada menos que 3 ligas yugoslavas, 1 copa y además la archiconocida Copa de Europa en el año 1991 (tras un partido defensivo, 0-0 al fin de los 120 minutos y ganado por penaltis).

Prosinecki estaba de moda, y cómo no, el Real Madrid se hizo con los servicios de una de las grandes perlas del fútbol europeo, que por aquel entonces tenía 22 años. El desembolso fue importante, 2500 millones de pesetas, lo que hoy en día son unos 15 millones de euros. Mendoza perdió la cabeza por uno de “los mejores futbolistas del mundo” en aquella época.

Su rendimiento en el club blanco nunca se correspondió al precio pagado, fruto de sus continuas lesiones. Robert era un adicto a la fiesta, e incluso hay testimonios que juran y perjuran que este jugador fumaba 40 cigarrillos en un día. Después de su paso sin pena ni gloria por el club blanco, en Concha Espina se deshicieron del jugador en verano de 1994 aduciendo problemas de “fragilidad psicológica” y “lesiones continuadas”.

La sorpresa vino cuando después de su fallido paso por “la Casa Blanca”, el Madrid envió a nuestro querido Robert al Oviedo. Jugó 32 partidos, marcó 5 goles y según cuentan las leyendas lo hizo suficientemente bien como para ganarse la atención de Johann Cruyff, que pidió el fichaje expresamente para el Barça. Corría el verano de 1995, y las primeras declaraciones de Prosinecki fueron contundentes al llegar al Aeropuerto de El Prat junto a su representante. “Quiero jugar en el Barça” espetó. Dicho y hecho, fue presentado al día siguiente, entre vitores (?) y cantos.

Como era de esperar, Prosinecki fracasó en su aventura culé pasando sin pena ni gloria y más preocupado por visitar las discotecas de moda y sufrir extrañas lesiones que de jugar. Un año después hizo las maletas rumbo a Sevilla, otra buena localidad para dar rienda suelta a noches de desenfreno y farra. Allí también se dieron cuenta de las “cualidades” de nuestro protagonista, por lo que otro año más tarde fichó por el Croatia Zagreb, el rival del Dinamo Zagreb, que fue su club de origen.

Pasó tres temporadas, donde demostró que aún sabía marcar goles, ya que anotó 14 en 50 partidos, aunque estuvo lejos del rendimiento que un día dio, durante su juventud. Después de este trienio, marchó al archiconocido (?) NK Hrvatski Dragovoljac, que hoy en día milita en la segunda división croata. Allí sólo jugó 4 partidos, engañó a la afición por 6 meses y se marchó al Standard Lieja, donde también sesteó por un tiempo.

Robert quería probar nuevas aventuras, por lo cual en verano de 2001 y con 32 años, decide probar fortuna en Inglaterra. Firma por el Portsmouth, que por aquel entonces militaba en 2a división, y recupera sensaciones a base de regularidad y goles. Como curiosidad, Prosinecki pudo entrar en el mejor 11 histórico del club, según una encuesta realizada por los lectores del periódico “The News”. Marcó 9 goles en 33 partidos, pero como buen culo de mal asiento decide hacer las maletas otra vez, en esta ocasión el destino escogido por nuestro crack (?) fue el Olimpja esloveno, donde también duró un año. Su última aventura como futbolista profesional la vimos en el NK Zagreb la temporada 03-04, tras la cual, decidió colgar las botas, con 35 años.

¿Ah, pero no se ha acabado el artículo? Preguntaréis. Pues no, porque Robert pensó que podía ser entrenador, así que se puso manos a la obra, estudió, y se sacó el correspondiente título. Desde el 2006 y hasta 2010 fue asistente del seleccionador croata, donde aprendió todo lo que debe aprender un crack de los banquillos.

Tras este fructífero paso por los banquillos como ayudante, su gran oportunidad le llegó el 31 de Diciembre de 2010, cuando el Estrella Roja decidió hacerse con sus servicios, esta vez como entrenador. Parece que la vida volvía a sonreír a Robert, llegó a su club de origen y donde triunfó a lo grande, pero esta vez para sacar al equipo del pozo. La primera gran fase que pronunció en la rueda de prensa fue la siguiente:

Sólo un loco puede intentar copiar el estilo del Barça, pero debo adoptar algunas ideas de su juego, el ataque y el toque.

El equipo acabó sumando 70 puntos y obtuvo la 2a plaza en el campeonato, por lo cual Robert continuó ejerciendo su cargo de entrenador. Aunque su vida como futbolista fuese dispersa, nuestro protagonista no acepta que los jugadores no se tomen su profesión en serio dándolo todo en el campo, así pues, ni corto ni perezoso anunció que ponía a la venta a 11 jugadores de su equipo, “por mal rendimiento”. Entre estos jugadores estaba el capitán del equipo, o el mismísimo Kovacevic, ídolo de la Real Sociedad en su época. Las declaraciones de Prosinecki fueron estas:

Necesitamos inyectar sangre fresca en el club de golpe, añadiendo a los jóvenes talentos de la cantera. Ellos son el futuro del club y estoy convencido de que es la única forma de afrontar el futuro, porque fichar nuevos jugadores no sería la mejor política

Las últimas noticias que tenemos de nuestro querido personaje (?) es que ha sido visto este mismo mes de Enero por el Miniestadi, supuestamente, para intentar fichar a algunas perlas del Barça B. Parece que aún lleva el club en el corazón…