Parece que todo esté preparado para que los apocalípticos vaticinios del nuevo Nostradamus del Yoya, Mecano Naránjico, se cumplan, o al menos, con respecto a los equipos que se la van a jugar el 19 de mayo de 2012 (espero que el resto no). Nunca un equipo en la historia tuvo tanta suerte como el Maligno, y es lógico que la tenga, al estar aliado con el mismísimo Señor de las Tinieblas. Pero lo que se obtiene fácilmente, se pierde de igual modo (easy comes, easy goes) y solo primando el esfuerzo en que consiste pasar a semifinales se podrá valorar en su justa medida el conseguir llegar a la ansiada Final de todas las Finales. Y digo esto porque parece que el equipo de Guardiola siempre tenga que superar duras pruebas para conseguir sus objetivos, y eso es precisamente lo que le da fuerzas para conseguir sus grandes victorias, y este año no podía ser de otra manera.
Como el mismo Heracles, Pep Guardiola este año ha tenido que superar las eliminatorias más difíciles de la Copa del Rey para llegar a su Final, la grave enfermedad de su alter ego y amigo Tito Vilanova, las lesiones de Villa, Afellay y Fontàs, los ataques más nauseabundos de la caverna y finalmente, como ocurrió la temporada pasada, la grave y triste recaída del estimado Abidal. Pero, como el héroe griego, la última de las pruebas que tendrá que superar Pep será en el mismo infierno, contra el Maligno, para capturar al Can Cerbero (o Mourinho en su terminología actual) y conseguir el perdón de Zeus (que ahora anda por México) en la iluminada noche del Allianz Arena.
Que a nadie le quepa ninguna duda que , una vez más, la épica acompañará a nuestros jabatos y volverán a competir como saben tanto en Milan como, si así ocurre, en (el eshcándalo de) Stanford Bridge para dejar bien alta la dignidad y valía de este equipo que desde los medios más cavernarios se han encargado en vilipendiar. El otro día Xavi se quejaba, con razón, de que no le estimaban en España y que cuando salía fuera recibía más cariño. Es tan verdad como que en las españas no se aprecia el buen fútbol sino que gane su único equipo, como sea, aunque tengan que vender su alma al diablo como hiciera el protagonista de la celebérrima obra de Oscar Wilde. No hay nada que temer, amigos y compañeros de andanzas internautas, el equipo está fuerte, está preparado para conseguir superar estas nuevas pruebas e incluso, si le dejan, para competir hasta el último suspiro por esta Liga, que nadie dude de su capacidad para ello.
Michel (José Miguel González Martín del Campo, melomerezco), demostrando una vez más sus inequívocos orígenes, se equivocó en su rueda de prensa de ayer al dar por finiquitada la Liga. Quizá lo esté, pero hay que ser muy bisoño( y muy blanco) para soltarlo a los cuatro vientos. La trayectoria del madrileño desde que llegó a su cargo tampoco es para sacar demasiado pecho con derrotas como la de Anoeta o la del Molinón de la semana pasada así que bien podría ocuparse de su equipo y dejar los demás en paz, a no ser que quiera seguir puntuando en el concurso de méritos para la sustitución del llorica portugués.
No puedo acabar este post que reconozco me ha salido algo tristón con una reverencia a Estanislao Basora , aquel extremo del Barça de “les cinc Copes” que ayer nos dejó y cuya memoria se encargó de perpetuar el gran Serrat. Va también por él.