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Yoyalodije

El mateix senyoriu de sempre

Hi ha algunes veus madridistes que des de l’arribada de Mourinho, comenten que el Madrid no pot perdre, com està fent, el senyoriu que sempre ha tingut. Aquesta afirmació, del senyoriu que sempre ha tingut, si més no deixeume-la posar en entredit.

Com a exemple, m’agradaria recordar una altra eliminatòria Bayern-Madrid d’ara fa 25 anys. El 8 d’Abril de 1987, el Madrid de Beenhakker i la Quinta del Buitre jugava la semifinal anada de la Copa d’Europa a l’Olímpic de Munich. Als 38 minuts i amb 3 a 0 al marcador, va produïr-se una de les jugades més violentes de la història del futbol. S’ha intentat justificar que Juanito -ídol del madridisme, que el considerava i el considera figura que encarna la majoria delse seus valors- va aixafar el cap a Mathaaus, com a resposta a una dura entrada d’aquest a Chendo (que curiosament es va aixecar ràpidament per empènyer a Lottar, per deixar-se caure després sobre la gespa una bona estona), però realment, a banda de l’intent d’homicidi de Juanito (que li suposarien 5 anys de sanció), els que es van comportar de manera violenta durant tot aquell partit van ser els de blanc.

Els jugadors del “equipo de Espanya” van embogir després de què l’àrbitre escocés Valentine els hi xiulés un penal en contra que no era i que suposaria el 2 a 0 en el marcador. A partir d’aquí es va produïr un autèntic un recital de patades, agressions i protestes (amb intents de pilotada i empentes amb la pilota en joc al mateix àrbitre) que firmaria l’actual “troupe” de Mourinho. Gallego, Mino, Buyo van protagonitzar algunes d’aquestes escenes, però menció especial mereix l’actual comentarista de TVE1 Manolo Sanchís. El protagonista secundari en l’escena del crim de Juanito, que es va fer un fart de repartir, entre els quals trobem un cop de colze dins de l’àrea, que hauria d’haver suposat un altre penal en contra dels de blanc. Amb tot, el partit va acabar 4 a 1, amb un Madrid que va acabar amb 9, però que podia haver acabat perfectament amb 7 i amb jugadors del Madrid fent un discurs totalment victimista, i apel.lant a una possible remontada a través del conegut “miedo escénico” del Bernabeu. En aquest vídeo es poden veure el gols i la carnisseria d’aquell partit.

Del partit de tornada, del qual no he pogut veure imatges, diuen les cróniques dels mateixos diaris estatals que va ser un autèntic infern pels bavaresos. El Madrid acostumat a remuntades èpiques, va guanyar només per 1 a 0, i no es va poder classificar per la final de Viena. D’aquesta manera el famós “miedo escénico” no es va imposar, tot i que no va faltar gaire perquè fós així.

L’ “imparcial” (sic) Jesús Alcaide que escrivia per aquelles èpoques per MD deia en la crónica del partit: “Para colmo el árbitro Vautrot no perdonó ni una sola de esas entradas duras intimidatorias que los zagueros blancos realizaron, en otras eliminatorias para imponer la ley del terror en los asustados contrincantes”. Ja us podeu anar fent una idea, de en quines circumstàncies es produïen les remuntades en aquelles UEFA’s de mitjans dels 80. Si en l’actualitat, amb un munt de càmeres a cada camp on “tot el món veu el que passa” amb Internet i amb tots els mitjans que hi ha perquè es propagui la informació o la desinformació, els del Madrid fan el que fan, imagineu-vos com devia ser aleshores.

Els Ultrasur van campar a les seves anxes i van llançar de tot al camp. L’àrbitre Michael Vautrot va declarar: “si no llego a amenazar por dos veces (una antes del encuentro y otra a poco de su comienzo) con suspender el partido, probablemente a estas alturas estaríamos ante un nuevo Heysel’
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El porter belga Jean Mari Pfaff que va tenir una gran actuació en aquell partit de tornada, parlava en una entrevista un dia després del partit sobre l’ambient viscut a Madrid i d’Hugo Sánchez, que en aquell partit va aconseguir expulsar a Augenthaler (estrella del Bayern) exagerant una agressió després que li propinés una patada sense pilota: “Me llegaron a tirar algunas barras de hierro, con forma puntiaguda, que afortunadamente se clavaron en la hierba y no en mi. Por no hablar de las bombas de humo, las múltiples piedras, etc. ¿Cómo, pueden hacer esto? Saben que les va a ver media Europa por telévisión y que la imagen de su club queda muy perjudicada”. “Hugo Sánchez se lleva a palma en cuanto a recital antideportivo. Es una vergüenza que sea el Pichichi del fútbol español, aunque tampoco es tan meritorio porque sé perfectamente que al menos once goles los ha metido de penalty. Para lo que mejor sirve es para caIentar al público. Es un payaso!!”

No puc evitar traçar paral.lelismes entre el comportament dels jugadors del Madrid durant aquella eliminatòria, amb les actuacions que han tingut aquests últims temps, amb el màxim exponent de l’eliminatòria contra el Barça en la passada edició de la Champions. Agredir tant com es pugui perquè algunes d’aquestes agressions es deixaran de sancionar i sinó serà un escàndol, acusar als jugadors de l’equip contrari de teatreros i que van a terra al mínim contacte…, aquests dues maneres d’actuar, entre altres, són denominadors comuns entre aquell Madrid de fa 25 anys i l’actual.

S’ha passat de Valentine i Vautrot a Stark i De Bleckere, però es manté la mateixa violència i el mateix senyoriu de tota la vida, que Mourinho potència i accentua, però que realment sempre s’ha portat en l’ADN madridista.

Que Howard Webb ens agafi confessats.

Versión en castellano

El mismo señorío de siempre

Hay algunas voces madridistas que desde la llegada de Mourinho, comentan que el Madrid no puede perder, como está haciendo, el señorío que siempre ha tenido. Esta afirmación, del señorío que siempre ha tenido, al menos dejadme ponerla en entredicho.

Como ejemplo, me gustaría recordar otra eliminatoria Bayern-Madrid de hace 25 años. El 8 de Abril de 1987, el Madrid de Beenhakker y la Quinta del Buitre jugaba la semifinal ida de la Copa de Europa en el Olímpico de Munich. A los 38 minutos y con 3 a 0 en el marcador, se produciría una de las jugadas más violentas de la historia del fútbol. Se ha intentado justificar que Juanito-ídolo del madridismo, que lo consideraba y lo considera figura que encarna la mayoría delse sus valores- pisoteó la cabeza a Mathaaus, como respuesta a una dura entrada de éste a Chendo (que curiosamente se levantó rápidamente para empujar a Lottar, para dejarse caer luego sobre el césped un buen rato), pero realmente, aparte del intento de homicidio de Juanito (que le supondrían 5 años de sanción), los que se comportaron de forma violenta durante todo aquel partido fueron los de blanco.

Los jugadores del “equipo de España” enloquecieron después de que el árbitro escocés Valentine les pitara un penalti en contra que no era y que supondría el 2 a 0 en el marcador. A partir de aquí se produjo un auténtico un recital de patadas, agresiones y protestas (con intentos de balonazos y empujones con la pelota en juego al mismo árbitro) que podría firmar perfectamente la actual “troupe” de Mourinho. Gallego, Mino, Buyo protagonizaron algunas de estas escenas, pero mención especial merece el actual comentarista de TVE1 Manolo Sanchís. El protagonista secundario en la escena del crimen de Juanito, que se hizo un hartón de repartir, entre los que encontramos un codazo dentro del área, que debería haber supuesto otro penalty en contra de los de blanco. Con todo, el partido terminó 4 a 1, con un Madrid que acabó con 9, pero que podía haber acabado perfectamente con 7 y con jugadores del Madrid haciendo un discurso totalmente victimista, y apelando a una posible remontada a través del conocido “miedo escénico” del Bernabéu. En este vídeo se pueden ver goles y la carnicería de aquel partido.

Del partido de vuelta, del que no he podido ver imágenes, dicen las crónicas de los mismos diarios estatales que fue un auténtico infierno por los bávaros. El Madrid acostumbrado a remontadas épicas, ganó sólo por 1 a 0, y no se pudo clasificar para la final de Viena. De esta manera el famoso “miedo escénico” no se impuso, aunque no faltó mucho para que fuera así.

El “imparcial” (sic) Jesús Alcaide que escribía por aquellas épocas en MD decía en la crónica del partido: “Para colmo el arbitro Vautrot no perdonó ni una sola de esas entradas duras intimidatorias que los zagueros blancos realizaron, en otras eliminatorias para imponer la ley del terror en los asustados contrincantes “. Ya os podéis ir haciendo una idea, de en qué circunstancias se producían las remontadas en aquellas UEFA’s de mediados de los 80. Si en la actualidad, con un montón de cámaras en cada campo donde “todo el mundo ve lo que pasa” con Internet y con todos los medios que hay para que se propague la información o la desinformación, los del Madrid hacen lo que hacen , imaginaros cómo sería entonces.
Los Ultrasur camparon a sus anchas y lanzaron de todo el campo. El árbitro Michael Vautrot declaró: “si no llego a amenazar por dos veces (una antes del encuentro y otra a poco de su comienzo) con suspender el partido, probablemente a estas alturas estaríamos ante un nuevo Heysel’

El portero belga Jean Mari Pfaff que tuvo una gran actuación en aquel partido de vuelta, hablaba en una entrevista un día después del partido sobre el ambiente vivido en Madrid y de Hugo Sánchez, que en ese partido logró expulsar a Augenthaler ( estrella del Bayern) exagerando una agresión después de que le propinara una patada sin balón: “Me llegaron a tirar algunas barras de hierro, con forma puntiaguda, que afortunadamente se clavaron en la hierba y no en mí. Por no hablar de las bombas de humo, las múltiples piedras, etc. ¿Cómo, pueden hacer esto? Saben que les va a ver media Europa por telévisión y que la imagen de su club queda muy perjudicada”. “Hugo Sánchez se lleva a palma en cuanto a recital antideportivo. Es una vergüenza que sea el Pichichi del fútbol español, aunque tampoco es tan meritorio porque sé perfectamente que al menos once goles los ha metido de penalty. Para lo que mejor sirve es para calentar al público. Es un payaso!!”
No puedo evitar trazar paralelismos entre el comportamiento de los jugadores del Madrid durante esa eliminatoria, con las actuaciones que han tenido estos últimos tiempos, con el máximo exponente de la eliminatoria contra el Barça en la pasada edición de la Champions. Agredir lo posible para que algunas de estas agresiones se dejarán de sancionar y sino será un escándalo, acusar a los jugadores del equipo contrario de teatreros y que van a tierra al mínimo contacto .., estos dos modos de actuar, entre otros , son denominadores comunes entre aquel Madrid de hace 25 años y el actual.

Se ha pasado de Valentine y Vautrot a Stark y De Bleckere, pero se mantiene la misma violencia y el mismo señorío de toda la vida, que Mourinho potencia y acentúa, pero que realmente siempre se ha portado en el ADN madridista.

Que Howard Webb nos coja confesados