Categories
Crónica

Gracias

Ayer pedía que el fútbol le devolviera a este equipo una parte de lo que había recibido. No solo se lo negó sino que fue especialmente cruel en la negativa. Porque el fútbol ayer se cebó con nuestro equipo. El Barça fue infinitamente superior al Chelsea. De cabo a rabo. Desde el primer chut al larguero en  Stamford Bridge hasta el último poste de Messi. “No tocaba”, con esta frase definió perfectamente Pep lo ocurrido anoche. Pep es sabio y se ha visto otras veces en esta situación y sabe que cuando el destino se empeña en que no ocurra una cosa, sencillamente no ocurre. Quizás tenga que ver con la falta de suerte acumulada de los ingleses, con el gol de Iniesta o con aquel resbalón de Terry en la Final contra el United pero si analizamos la temporada parece que una colección de tuertos se ha instalado en nuestro club y nos sigue a diario con la mirada. Respecto al partido no me apetece comentar nada más, no estoy de humor.

Creo sinceramente que ayer acabó una etapa en nuestro club, probablemente la más maravillosa de su historia. Después de lo ocurrido las últimas semanas, es evidente que habrá un antes y un después tras la eliminación en Champions y la pérdida de la Liga en manos del máximo rival y en el propio estadio. Lo peor no es que los enemigos del Barça se hayan salido por fin con la suya, que al fin lo han conseguido (espero que les siente mal) sino en las pésimas manos en las que se encuentra el club para intentar revertir la situación. Rosell, desde que entró en el club ha vivido de la inercia ganadora del equipo pero se veía venir que al primer problema le iba temblar el pulso. No supo reaccionar cuando desde Madrid nos estaban comiendo el terreno desde el punto de vista institucional y tampoco cuando los medios tuvieron barra libre para desprestigiar y ensuciar todo lo conseguido. Lamento ser tan pesimista pero auguro una salida de Pep en junio y una deriva institucional hasta las próximas elecciones. Son demasiados años de barcelonismo para  no verlo claro.

Desde el punto de vista personal estos cuatro días han sido excesivamente duros. Ayer después del partido, con los ojos humedecidos no me podía dormir pensando en las ocasiones falladas y en la mala fortuna del equipo. Creo que esto ha llegado demasiado lejos. Durante estas últimas temporadas mi implicación con este equipo ha llegado a un punto en el que creo que ya es demasiado importante para mí. Creo sinceramente además que esta implicación me ha quitado demasiadas horas para otros temas igual o más importantes en mi vida y creo que la cosa debe cambiar. Necesito reflexionar y desdramatizar, necesito olvidar todo lo que ha pasado y desconectar del fútbol, al menos durante un tiempo. Creo que tampoco tiene mayor interés lo que vaya a ocurrir a partir de ahora y hasta el inicio de la próxima temporada. Todos sabemos lo que desgraciadamente va a pasar esta noche y  hasta el final de esta aciaga temporada. Me despido temporalmente pero os seguiré en la distancia. Gracias por todo.