No hemos acabado agosto y en Madrid se han levantado con una niebla tan densa que no se veían los semáforos llegando a cortar la Castellana. Y es que la maquinaria propagandística blanca ya funciona a pleno rendimiento. Un par de tropiezos inesperados y de todos los medios serviles a Floper salía esta mañana una espesa cortina de humo con nombre y apellidos: Luka Modric. Buena señal.
Y es que la caverna esperaba un inicio más titubeante del nuevo proyecto blaugrana después de la salida del gurú a quien imputaban todas sus desgracias no teniendo en cuenta que el fútbol se debe fundamentalmente a los jugadores. Escuché incluso a voceros que pensaban que, a estas alturas, iba a ocurrir algo inverso,es decir, ver a un Madrid liderando la Liga y un Barça ya a remolque en el mes de agosto.That’s life.
Este inesperado impulso debe tener su continuidad esta noche pero no por el hecho de ganar el título, que también, sino demostrando en el campo de juego, una vez más, quién pone el fútbol y quién las artimañas. Ello no nos tiene que hacer perder el norte y olvidar los errores de Pamplona. Hay que buscar una solución definitiva para los balones por alto y Villa debe volver a las alineaciones habituales. Por lo demás, insistir en el mejor centro del campo del mundo y tomar el control del partido desde el primer minuto de partido, evitando en la medida de lo posible las contras blancas, única arma verdaderamente temible del juego del maligno.
No sé si me preocupa más el partido del hoy o el del Valencia del domingo por la noche. Un partido envenenado tras una intensa supercopa. Ya se vio en Pamplona que el mantener el nivel de fútbol tras los partidos de máxima emotividad es la asignatura que tiene que aprobar Vilanova. Hay que buscar un método para ganar partidos sin Xavi y si puede ser, sin Messi porque los vamos a necesitar al 100% en los partidos en los que verdaderamente se corte el bacalao. Para ello es necesario recuperar a Cesc cuya empanada está durando más de lo esperado y a Villa que tiene la difícil misión de marcar los goles que la pulga no pueda marcar. Los dos son básicos para conseguir los títulos esta temporada. Que no nos quepa la menor duda.
Por eso sería deseable buscarle una identidad definitiva al de Arenys que, de enero a esta parte, se ha convertido en el hombre sin sombra algo que, no me cabe la menor duda, fue definitivo en la pérdida de Liga y Champions la temporada pasada. Es por ello que, para Tito, Cesc es el hombre a recuperar. Un jugador que ha demostrado tanto en la Premier no puede tener este papel tan pobre en el Barça, un equipo en el que se formó y en el que destacó en una generación fantástica de jugadores. Hay que tener paciencia con él, está claro que tiene un problema pero también que tiene cualidades de sobra para dar un salto enorme de calidad, porque el Fàbregas del inicio de la temporada pasada gustaba a todos ¿no?.
Sinceramente, cada vez estoy más contento de que este año se haya hecho una pretemporada pensando en el equipo y no en el monedero. Teniendo en cuenta la igualdad que ha habido los últimos años era una temeridad pasarse todo el verano en vuelos transoceánicos por mucho dinero que paguen por los bolos. El equipo está con la preparación justa y con la predisposición para afrontar el reto de reconquistar el cetro que nunca debimos perder.