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El nuevo mariscal Tito

Apenas un leve tropiezo en una competición menor y el pesimismo está haciendo estragos entre la tradicionalmente ciclotímica culerada. Sí, es cierto que Pep había ganado todas las supercopas en las que su brillante equipo participó y que las últimas tres habían grabado el nombre del Barça en su palmarés, pero no es menos cierto que esto apenas acaba de empezar y que el equipo no dista tanto visualmente de lo que cabría esperar.

Ya dije tras el  desgraciado partido del miércoles que la cosas habían cambiado y que, fundamentalmente por el extraordinario desembolso económico y de influencias del actual mandamás del Madrid, ambos equipos estarían mucho más igualados en el futuro. No en juego, en el que el Barça todavía mantiene su inquebrantable jerarquía, pero sí en la posibilidad de ganar títulos, o de perderlos, que a la postre viene siendo lo mismo.

Porque, hasta mediados de la temporada anterior, al madridismo más radical le bastaba con que el Barça no ganara títulos aunque fueran otros quienes los ganaran, si no, no tendría explicación la fiesta que se montó en Madrid, no solo en el Bernabéu, con la Champions del Inter y que el triste Chelsea de Di Matteo tenga tanto que agradecer al Real Madrid en su título del pasado mayo.

Es evidente que en la mayoría de ámbitos de la vida es más fácil destruir que construir y hasta ahora, Mourinho y Floper solo han destinado sus energías (y sus dineros) a dinamitar el brillante proyecto del Barça.Pero ahora les viene lo más difícil, elaborar un proyecto para ellos mismos, algo consistente que tenga un objetivo propio a medio o largo plazo.No sé si Floper tendrá tanta paciencia. Lagrimita de Setúbal, seguro que no.

El Barça tiene que aceptar con humildad su actual realidad , olvidarse del Madrid cuanto antes y meterse en faena de una Liga que se ha puesto inesperadamente accesible. Nuestro objetivo no es que el Madrid pierda títulos sino ganarlos y si, en el fragor de la competición ellos ganan alguno,  habrá que felicitarlos (sin demasiado entusiasmo) y seguir a por el siguiente.

He llegado a la conclusión de que la madriditis y el odio exacerbado a Mourinho no nos lleva a ningún lado que no sea el tribunerismo y la autodestrucción. Olvidar el partido del Chelsea por el clásico previo fue letal el pasado mes de abril.Valencia es el rival de hoy,un rival de Champions que ha comenzado fuerte la Liga  haciendo lo que no pudimos nosotros: empatar en el Bernabéu.

Hoy es un buen día para que se estrene Song, que transmitió excelentes sensaciones el pasado miércoles y también Villa, cuya convocatoria con la roja me tiene todavía patidifuso(?). Seguir perfeccionando en defensa es la gran asignatura pendiente, quizá el punto débil de este Barça del  nuevo mariscal Tito. Seguimos confiando en él aunque sabemos que el crédito no es ilimitado. Nadie lo tiene.