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Venables y la huelga

I.- Aquella temporada comenzó muy bien. Había llegado al Barça Terry Venables para sustituir al flaco Menotti y, como era habitual en la casa, se pasaba de un extremo al otro. Del rosarino filósofo y pausado al que no le gustaba entrenar por las mañanas y que quiso trasladar sin éxito el juego de la Argentina Campeona del Mundo se pasó a este aguerrido british fan de Frank Sinatra, que, pese a ser un desconocido, se trajo al striker del Tottenham para jugar al “estilo inglés” y le puso las pilas a una buena plantilla que acabaría campeonando. No sé si fue porque el primer partido se ganó 0-3 en el Bernabéu (?) pero lo cierto es que  en aquella segunda jornada de la Liga 1984-1985 hubo (también) una huelga y en el partido señalado para ese día, 9 de septiembre de 1984, a falta de jugadores profesionales, jugaron los juveniles de Barça y Zaragoza.

El Barça (juvenil) alineó a Abellán, Padilla, Carreras, Bueno, Aranda, Luis Milla, López López, Rotuerto, Lobo, Cristóbal y Martín Domínguez.

El equipo juvenil del Barça dirigido por Venables goleó 4-0 al juvenil del Zaragoza y, de toda aquella camada, tan solo Martín Domínguez, que acabó jugando en Osasuna,  y  Luis Milla que entonces era un judas yogurín de 18 años pudieron llegar a ser  algo en el fútbol profesional. López López llegó a estar una temporada en la plantilla del primer equipo y jugó la friolera de 16 minutos contra el Español en la temporada 1987-88  con Luis Aragonés en el banquillo, una temporada, francamente, para olvidar. Pero eso es otra historia.

II.- Es curioso comprobar que, de aquella alineación de juveniles, a seis jugadores directamente se les perdiera la pista a partir de esa temporada, solo el portero Abellán tuvo cierto éxito en el Real Murcia curiosamente compartiendo plantilla con el gran Paco Clos. Cosas del fútbol. Pero entonces eran otros tiempos, unos tiempos en los que jugar en las categorías inferiores del Barça te garantizaba casi con seguridad no jugar en el primer equipo o subir ya a una edad muy avanzada. El caso más sangrante fue Ramón María Calderé que “subió” precisamente esa temporada al primer equipo casi con 26 años y con el cartón claramente visible, un año más que tiene Messi, por ejemplo. Las urgencias históricas , la falta de títulos y el relevo constante de entrenadores sin seguir un patrón de juego definido fueron un caldo de cultivo pésimo para que floreciera una cantera absolutamente yerma.

Afortunadamente las cosas en el Barça han cambiado para (mucho) mejor. Esta semana también ha habido huelga pero no de futbolistas sino del resto y hoy este Barça jugará contra el Zaragoza, 28 años después, con ocho o nueve jugadores que provienen de las categorías inferiores del club y lo que es mejor con una situación deportiva que, afortunadamente, dista mucho de aquella década de los ochenta en la que solo se ganó  una liga, la de Venables.

III.- Muchas veces me he preguntado por qué afectaban más los partidos por selecciones al Barça que al Madrid, si, al final tenían similar número de internacionales. En la gloriosa época de Pep, el único lunar en la quasiperfección eran los partidos tras los compromisos por selecciones. Entiendo que pudieron ser dos los motivos, el primero, la menor capacidad atlética de los jugadores importantes de cada equipo, Xavi, Iniesta, Pedro o el propio Messi no pueden compararse en cuanto a capacidad atlética con Alonso, Khedira, Ramos o Ronaldo, auténticos portentos físicos. Y otro factor era el mental. La exigencia de concentración para un equipo tan técnico y táctico como el Barça era mucho mayor que otro como el Madrid basado en robar el balón y salir a toda velocidad cara a la portería contraria.

Tito conocía esta desventaja y ha intentado reducir la tensión mental que sometía Pep a sus jugadores. Esto tiene evidentes ventajas pues no se ha perdido un solo punto tras los parones por selecciones y alguna desventaja, el exceso de desconexiones durante los partidos. Es un riesgo asumido por TV pero que, a la larga, le da más frescura al equipo que andaba algo estresado tras la etapa más fructífera de la historia culé. Tito ha sido muy hábil a la hora de exprimir sociedades que ya existían de facto como la Messi-Cesc o la Villa-Iniesta y ha pretendido que el equipo, a veces, juegue más pick and roll que en ataque organizado. Simplificar para desestresar.

IV.- Bien, hoy nos encontramos este Barça-Zaragoza encasquetado entre un bolo panameño, en el que el del bigote se ha llevado a ocho, y un partido importante en Moscú, en el que tenemos que recuperar lo perdido en Celtic Park y estoy seguro que TV va a echar mano de automatismos en ataque y seguridad en defensa aunque tenga que alinear una vez más al sobreexplotado Mascherano. El de hoy es un partido que debería ganarse en la primera parte pero que, me temo, tendrá que resolverse en los últimos minutos, es decir, otro partido trampa.