Cumplir los objetivos. Primero ganar y después dar descanso a los jugadores con más horas de vuelo. En esta fase delicada de la temporada hay que empezar a conformarse con eso pues pedir más genera una insatisfacción perniciosa para el culé medio. Analizar la forma, después de haberse cumplido ambos no deja de ser una agradable misión que deja a los más realistas con las expectativas en lo más alto. El Barça ganó ayer en un campo complicado y contra un equipo al que veremos perder pocos puntos en su feudo de aquí a final de Liga. El Granada es un buen ejemplo de lo que hay que hacer cuando las cosas se tuercen de inicio y ayer estuvo a punto de rascar un empate contra el mejor equipo de esta Liga.
La alineación de ayer, pues, reflejó las necesidades físicas del equipo y JR dio descanso a Puyol, Alba ,Xavi e Iniesta , cuatro jugadores que saldrán de inicio en San Siro. La primera parte fue de un tono bastante aceptable y con movimientos muy interesantes de Messi abriendo buenos pases buscando el contrapié de la defensa. Desgraciadamente ayer Alexis estuvo especialmente espeso en la definición pero también Messi falló un gol cantado tras el gol del nigeriano Ighalo que, como bien demostró la imparcial y liberal “liberavisión” del plus, fue completamente legal.
El Barça reaccionó bien al gol y creó ocasiones claras de gol que, a veces el poco acierto y otras el asistente de Del Cerro Grande, iban desperdiciando. La presión aumentó tras el descanso y a los cinco minutos de la segunda parte Cesc mandó un buen chut a la portería de Toño que no supo rechazar dejando un gol fácil para que Messi empatara el partido. El gol dio pie los mejores minutos del Barça, y se generaron bastantes ocasiones claras que fueron interceptadas por el asistente del que no tengo el gusto de conocer el apellido, anulando un gol clarísimo de Messi y una salida de Pedro que se quedaba solo delante de la portería, entre otras naderías. Tello sustituyó al pobre Alexis y todos nos quitamos un peso de encima. El gol rondaba la portería y fue una falta bien sacada por la pulga la que le dio los tres puntos al Barça, Toño también pudo hacer alguna cosa más.
Después del gol vinieron unos minutos que no dejaron buen sabor de boca a la culerada. El Barça en los últimos diez minutos perdió totalmente el control del partido y ni Iniesta que salió por Pedro supo leer qué era lo más conveniente en esa fase final. El goleador Ighalo, Brahimi y El-Arabi comenzaron a robar balones en zonas peligrosas y acosaron bastante la portería de Valdés que estuvo seguro aunque quedaron dudas sobre la seguridad de Mascherano que siempre sale retratado en estas fases de partido. No fue el único. Al final una buena mano de Valdés ante Brahimi salvó el empate (y los tres puntos) y se salvó esta difícil jornada de vísperas.
Hoy ya podemos pensar todos en Milan, en un partido que se jugará en un césped de las mismas características del de Los Cármenes y ante unos jugadores también más físicos que técnicos en una eliminatoria que se prevé difícil ante un club que nos lleva aún tres Champions de ventaja. Esperemos que en mayo sean solo dos.