Yo no conocí la época del Barça de las 5 Copas, ni ví jugar a Kubala, ni a Luis Suárez. Siempre he escuchado a los culés de cierta edad decir que si Di Stefano hubiese acabado en nuestro Club, hubiésemos sido imparables, hubiésemos marcado época y, las Copas de Europa en blanco y negro, estarían en nuestras vitrinas.
Sobre este tema podríamos discutir horas y horas, incluso si, a las directivas barcelonistas de entonces, les faltó visión de futuro para acudir la invitación de L’Equipe para jugar la incipiente Copa de Europa e, incluso, si jugaron bien sus cartas en el fallido fichaje de D. Alfredo.
Hubo una época, tras una sequía de títulos, en la que parecía que podíamos crear un equipo de ensueño, recordar la ucronía, aquello que pudo haber sido y no fue, reunir a los dos mejores jugadores del mundo, los Kubala y Di Stefano de los 80, el mejor europeo y el mejor argentino, Schuster y Maradona.
Primero fue el alemán
Bernd Schuster llegó al Barça ya empezada la temporada 80-81 (sustituyendo a Krankl, existía cupo de 2 extranjeros) tras ganar la Eurocopa de Italia.
Curiosamente aterrizó en la Ciudad Condal siendo entrenador Ladislao Kubala, el cual fue cesado pocos días después tras una estrepitosa derrota en Copa de la UEFA contra el anterior equipo del jugador alemán, el Colonia. Fue sustituido por Helenio Herrera.
El complicado carácter de Schuster ya se notó desde el principio, jugador reservado que no participaba para nada en la dinámica de grupo y aparentemente dominado por su esposa Gabi.
En esa primera temporada, marcada dolorosamente por el secuestro de Quini (cosa que nos hizo perder la Liga), ya tuvo sus problemas con el entrenador, otro tipo con mucho carácter. En el primer partido tras el secuestro, una derrota por la mínima en el Vicente Calderón, HH hizo unas duras declaraciones acusando a la Junta Directiva de precipitación en el fichaje de Schuster y otras en las que arremetía directamente contra el jugador : “La ausencia de Quini ha afectado a la moral de la plantilla pero si alguien se está erigiendo en un problema es Schuster. No rinde y se entrena mal”.
A pesar de estas duras declaraciones y de una huida del jugador de una concentración semanas antes, la Junta no solo no le sancionó sino que, haciendo caso a sus deseos, contrató a un técnico alemán, Udo Lattek, incluso antes de que el Barça disputase y ganase– todavía con D. Helenio en el banquillo y ya con Quini en el campo- la Final de Copa del Rey.
Su segunda temporada será recordada por la dura entrada de Goicoechea en San Mamés que le produjo una rotura de los ligamentos de la rodilla y más de ocho meses de baja. Tampoco pasará al olvido la forma miserable de perder la Liga cuando llevábamos bastantes puntos de ventaja. Finalmente se ganó otra Recopa de Europa contra el Standard de Lieja, Final jugada en el Camp Nou.
La llegada del Pelusa
En el verano siguiente, todavía con Lattek en el banquillo, aterrizó Maradona procedente de Argentinos Juniors, (aunque estaba jugando cedido en Boca Juniors) y con la aureola de crack mundial.
A pesar de que había pasado por el Mundial de España sin pena ni gloria, se pagaron por él más de mil millones de pesetas.
Josep Lluís Nuñez, molesto por las críticas hacia el elevado coste del jugador, hizo unas fuertes declaraciones, las cuales se podrían extrapolar perfectamente al día de hoy: “Yo estoy haciendo un negocio. Si los políticos no saben hacerlo, que se vayan a su casa. Cada día hay más parados en el país y yo no soy el responsable. Dirijo un equipo de futbol, el mejor del mundo y, además, es millonario. El Barça está muy bien. ¿Por qué no nos fijamos en lo que se hace mal?
Más de 60.000 personas acudieron al Camp Nou para ver al ídolo argentino y a las nuevas incorporaciones (Urbano, los 3 Alonsos – Perico, Marcos y Pichi- y Julio Alberto).
Con la normativa en el tema de extranjeros, Simonsen tuvo que abandonar el Club.
A los pocos meses de su llegada, rodeado de amigos, conocidos y saludados, Nuñez le tuvo que llamar la atención públicamente por su llamativa vida privada.
El jugador, ni corto ni perezoso, respondió al Presidente: “Todos salen por la noche, pero la gente solo se fija en mí. Yo soy Maradona y pienso salir cuando quiera. Yo no programo la vida de nadie ni quiero que nadie me programe la mía”.
Poco tiempo después, el Pelusa enfermó de hepatitis, cosa que le mantuvo tres meses en el dique seco (jamás sabremos los motivos de contraer el virus pero las especulaciones estuvieron a la orden del día).
No nos olvidemos de Schuster, el cual, a principio de temporada tuvo una pelea con el entrenador en el vestuario, a raíz de unas declaraciones del jugador a una revista alemana en las que tildaba a Lattek de borracho.
Se escenificó una reconciliación poco creible y poco tiempo más tarde, Schuster volvió a arremeter contra el que debería ser el máximo responsable del vestuario : “Escojan entre Lattek y yo”.
A media temporada se cesó a Udo Lattek – le sustituyó pocos días más tarde Cesar Luis Menotti (justo antes de la reaparición de Diego)- lo que no impidió caer en cuartos en la Recopa de Europa ni quedar en cuarta posición en la Liga. Solo se ganó la Copa del Rey al Real Madrid ( la famosa final de las “butifarras” de Schuster) y la recién creada Copa de la Liga. No sin polémica, porque las dos estrellas azulgrana habían montado en cólera cuando Menotti no les dejó asistir al homenaje a Breitner en Alemania pocos días antes de la Final copera.
Al poco de iniciarse la segunda temporada de Maradona en el Barça, concretamente el 24 de Septiembre de 1983, y cuando ya el partido estaba resuelto, el jugador argentino fue cazado en una criminal entrada de Goicoechea, sí, otra vez el carnicero que lesionó a Schuster, que le obliga a pasar por el quirófano y le tendrá aproximadamente unos 4 meses de baja. El que se lesionase también el alemán en un partido en Valladolid solo hizo que empeorar la situación del equipo que solo consiguió la SuperCopa de España.
Los problemas de disciplina, las farras y drogas y el poco respeto a sus compañeros- “No se puede ir con este equipo por Europa porque herimos la imagen del Barça. No se pueden regalar dos goles de la manera que lo hemos hecho” declaró tras caer eliminados de la Recopa en Old Trafford”-, hacen que, a final de temporada, Menotti abandone el Club y que Maradona sea traspasado al Nápoles, no sin antes dejar esa mala imagen de la Final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao del provocador Javier Clemente.
Schuster vuelve a ser el único crack
Con el fichaje de Terry Venables, se prefiere fichar a Steve Archibald antes que a Hugo Sánchez.
A pesar de ser eliminados en la Recopa por el Metz (noche de infausto recuerdo), la temporada fue muy buena y, con una buena dirección del nuevo entrenador y un Schuster pletórico, se ganó la primera Liga de Nuñez a cuatro jornadas del final y con Joaquim Maria Puyal gritando el mítico “Urruti t’estimo”
La bonanza deportiva solo fue flor de un día, a la siguiente temporada solo se ganó la Copa de la Liga (una competición que no interesaba a nadie) y será recordada siempre por la Final de Sevilla.
Si analizamos el transcurso de la temporada: Quejas de Schuster como capitán por el tema de las primas, enfrentamiento de Nuñez con el alemán por acudir al programa de José Mª García ( cuando el Presidente era el minilendakari y no el mejor Presidente de la historia), coqueteo de Venables con el Tottenham y el Arsenal para obtener una mejora de contrato, retirada de la capitanía del Barça a Schuster y enfrentamiento con sus compañeros, huida del alemán del Sánchez Pizjuán tras ser sustituido en la final ante el Steaua…veremos que lo extraño hubiese sido ganar algo.
Tras perder la Copa de Europa, Schuster le quiso hacer un pulso al Club y forzar su marcha, pero no contó con el orgullo e intransigencia de Nuñez el cual le apartó del equipo durante un año ayudado por la normativa federativa de los dos extranjeros (Hugues y Lineker esta vez). Esto impidió que Schuster ganase el juicio que promovió contra el Club, ya que se podía justificar legalmente su baja federativa y nunca dejó de cobrar sus emolumentos. Tras pasar por los tribunales, y viendo que la masa social se postulaba a favor del jugador – debido a los malos resultados deportivos- Nuñez, en un ejercicio de trilerismo, le ofreció la renovación por tres años.
El Presidente volvió a confiar el Schuster para cesar a Venables a principios de la temporada 87/88, entrenador que según algunos jugadores prefería la fiesta al trabajo ( pues ya tardaron años en darse cuenta).
Con Luis Aragonés se gana una Copa del Rey pero se acaba 6º en la Liga.
Tras el motín del Hesperia, por temas económico-tributarios, Schuster se va al Real Madrid, llega Johan Cruyff y se cambia la plantilla de arriba abajo. Pero esto es otra historia.
Conclusión
Mientras buscaba documentación para escribir este post, yo mismo alucinaba. Muchas veces la memoria nos distorsiona la realidad. Viendo todo esto cada vez entiendo menos como pueden existir Nuñistas. ¿Como podía ir bien el Club con semejante desbarajuste?
Cuando se habló de fichar a Neymar teniendo al mejor jugador del mundo, se me pasó por la cabeza la pareja que ilustra el artículo. En aquellos tiempos se hablaba de que ibamos a ser imparables con Schuster y Maradona.
Yo no sé como nos van a ir las cosas con Messi y Neymar pero, de lo que si estoy seguro, es de que no va a tener nada que ver con aquellos tiempos. Messi es un pedazo de profesional y mejor persona, su prioridad es jugar a futbol. El brasileño no parece mal chaval y, si no se le permiten criaturadas como la de que los Tois sean una “troupe” como la que acompañaba a Maradona, se le explica bien lo que es el Barça y que la profesionalidad es lo primero, no habrán problemas.
Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho en el Club desde aquella época, pienso que, actualmente, es imposible hacer las cosas tan mal. Me cuesta mucho imaginar que se puedan tolerar similares presiones de jugadores o hacer cambios de entrenador según sople el viento.
Estaremos expectantes a la química entre ambos cracks, esperemos que sea positiva.