Suma y sigue. La grandeza de un equipo se mide por su capacidad de ser competitivo, con independencia de quien lo dirija, y este Barça es inmenso pues ha ganado con Rijkaard, con Pep, con Vilanova y ahora con Martino. Este equipo se ha convertido en un auténtico coleccionista de títulos, como lo fue el Milan de los 80-90 o el Dream Team de Valero Rivera. Reconozco que la supercopa es un título menor pero tal y como están las cosas el Barça ha hecho bien centrándose en ganarlo para evitar que la campaña mediática centralista pueda comenzar a intentar minar el proyecto desde el inicio. Quiero recordar que el año pasado hasta muy entrado el mes de febrero todavía se le reprochaba al Barça que había perdido el único título que había disputado y es que, hasta mayo, no hay más trofeos y en la meseta mucha bilis, de ahí la importancia de ganarlo.
Martino por fin se decidió a alinear a Messi y Neymar de inicio en busca de mayor profundidad y en ese punto no le fue demasiado bien. El Barça comenzó dominando pero, a medida que Gabi, Arda Turán, Costa y Koke fueron repartiendo patadas, algo minuciosamente preparado por el Cholo, fue cayendo en la trampa y adentrándose en unas arenas movedizas cada vez más espesas que le impidieron crear peligro. Eso sí, la máxima concentración en defensa por parte del Atlético le impedía a su vez buscar la portería de Valdés por lo que el partido comenzó a parecerse bastante a otros partidos que tenemos en la memoria jugados contra el otro equipo de Madrid.
Pese a que Piqué y Mascherano estaban muy atentos hubo un par de llegadas de peligro en la primera parte y Valdés, el denostado Valdés, estuvo sublime, demostrando que en la actualidad no hay portero mejor en la Liga local. Porque Valdés mantuvo al equipo en la supercopa, primero en un disparo a bocajarro de Turán y después ya en la segunda parte en un gran chut de Villa, sacando dos manos prodigiosas al alcance de muy pocos porteros.
A estas alturas del partido, el árbitro Borbalán ya había desquiciado a los jugadores del Barça con una curiosa aplicación del reglamento, muy de moda en estos días de mourinhismo ilustrado. Tras diez faltas de los rojiblancos y dos blaugranas, el balance de tarjetas era de 3 a 1 en contra de los culés, algo demencial si, como todos sabemos la dureza y las entradas a discreción sobre Messi y Neymar eran una táctica preparada desde el banquillo. Así, Fernandez Borbalán le sacó la primera amarilla a Cesc por una entrada que no era ni falta, otra a Busquets por protestar tras la enésima falta de tarjeta recibida y no amonestada y otra merecida a Piqué. En el camino se quedaron sin amonestar, Gabi, que hizo al menos tres o cuatro entradas de amarilla, Koke, Diego Costa y Turán. Todos merecieron irse a la caseta antes de tiempo. Al final se fue el exmalignista Filipe Luis que acabó agrediendo a Alves, una agresión que tampoco vio Borbalán pero que el asistente supo denunciar.
Cuando a los rojiblancos se les acabó la gasolina, allá por el minuto 76 de partido, el Barça volvió a tomar las riendas del partido y no las volvió a soltar exhibiendo sus mejores minutos de juego. Surgió Neymar y también Messi e incluso se pudo ganar el partido tras pitarse un claro penalti a Pedro. Messi lo falló pero, al final, su error fue intrascendente para la consecución del primer título de la temporada que pudo levantar Xavi sin más contratiempos.
Martino tiene mucho trabajo por delante. Aferrado a Mascherano por detrás y a Xavi y Messi por delante ha iniciado la casa por los cimientos: la presión y la concentración defensiva . Pero todavía necesita mejorar mucho en los mecanismos de ataque y en la fluidez del juego de tres cuartos de cancha para adelante (nótese como nos acoplamos al lenguaje martiniano). Por otra parte admiro su contención al hablar y su tranquilidad en los partidos aunque ayer le vi algo paralizado en los cambios al final del match. Con el marcador a favor y un cambio por hacer no se entendió que no se hiciera un último cambio para, al menos perder unos segundos sacando por ejemplo a Song. A Messi le falta todavía un hervor y Neymar apunta a crack aunque ayer no le dejaron desplegar su potencial .De todos modos, gracias a su gol en el Calderón podemos celebrar hoy un nuevo título, el primero de Neymar y Martino en este nuevo Barça.