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Crónica

Jugando con fuego

Ayer Martino dijo que estaba muy contento en la rueda de prensa posterior al partido contra el Villarreal. Y es para estarlo. Anoche sus jugadores a base de apretar los dientes y masticar arena le sacaron las castañas del fuego a un Martino que en la previa al partido le entró un ataque de entrenador. Si se vio una mejora en los partidos contra el Cartagena y el Celtic fue, precisamente, porque el equipo se equilibró mucho con un 4-3-3 más convencional, con tres delanteros natos y con tres centrocampistas en su posición natural. Pues ayer, vista la disposición de los jugadores en el campo, nadie entendía qué es lo que hacía Song en la posición de Xavi y por qué Cesc le quitó el puesto al mejor contra el Celtic, Neymar.

El resultado fue un partido demasiado sufrido y que se ganó por un par de jugadas aisladas pero con unas sensaciones que cortan en seco la buena trayectoria que había iniciado el equipo. Porque el Villarreal es como la carne de toro de lídia, duro para cocinar y correoso para masticar y necesita de muchas horas de fuego o de una olla express para ablandarlo. Con nuestra olla express de vacaciones en Argentina meter dos elementos de ralentización del juego como Song y Cesc fuera de sus posiciones naturales fue una temeridad de tal calibre que los jugadores ayer no disfrutaron ni uno solo de sus minutos.

El partido comenzó con un Barça muy peleón en la voluntad de retener la posesión, que llegó a un 73%, y un Villarreal muy ordenado buscando su oportunidad. Pero cuando había que buscar situaciones de ataque, la lentitud en la circulación final y la falta de precisión de algunos jugadores que siempre tenían a dos o tres de amarillo alrededor impedían concretar la jugada. Así y todo Song la tuvo en un córner en el que el balón le cayó en sus pies y lanzó un zapatazo que rebotó violentamente en el palo derecho de Asenjo.

El Barça seguía mascando y Villarreal se sentía cada vez más cómodo hasta que en un golpe de suerte el árbitro vio unas manos en el área y Neymar marcó el primero. Lógicamente, el gol no sirvió para mejorar el juego y el Barça seguía manteniendo la posesión más para defender que para atacar y ,al poco del inicio de la segunda parte, el Villarreal sacó un córner y Mussacchio empató el partido de un buen cabezazo adelantándose al bueno de Bartra.

Tras el gol groguet hubo unos minutos de desconcierto en el Barça en los que el Villarreal estuvo a punto de aprovechar el río revuelto pero, afortunadamente, el Tata recapacitó y sustituyó a Song por Xavi. Y todo cambió. El equipo, a partir de este cambio, se volvió a reconocer y el fútbol comenzó a fluir. Primero la tuvo Cesc en un cara a cara que sacó Asenjo y luego, otra vez Cesc, asistió a un atento Alexis que sirvió a Neymar para volver a adelantar al Barça en el marcador.

El Barça a partir de su gol decidió nadar y guardar la ropa y solo la salida de un incisivo Pedro volvió a inquietar a la defensa de un Villarreal que lo intentó pero que ya no volvió a rematar en la portería de Pinto.La jugada LOL de la noche fue la quinta tarjeta de Neymar (las mismas que Pepe) de la temporada una tarjeta por sacar un córner cuando había pitado distancia. Muchas ganas tenía el árbitro en sacársela pues en los córners no hay que pedir distancia pues ya está preestablecida. Otra cacicada más, espero que el Barça la recurra.

Los tres puntos de ayer eran importantísimos tras el tropiezo blanco en Pamplona, un empate que se han apresurado a justificar, una vez más por los árbitros. El Barça puede acabar el año con cinco puntos de ventaja respecto a quien sigo pensando es el máximo rival para la Liga. Porque el Atlético va a empezar a perder puntos pronto, quizás hoy…