Puede que a Laporta se le adore por aquí porque cogiese a un club en ruinas, descapitalizado deportivamente, arruinado económicamente, fuera de la Champions y con su imagen por los suelos para recochineo de la Caverna y en el tiempo récord de tres años lo convirtiese en doble campeón de liga y campeón de Champions, a la vez que el presupuesto y los ingresos del club crecían exponencialmente. También la imagen, con un patrocinio histórico de Unicef que causó admiración por todo el mundo (Lapo visitando la ONU y eso).
Puede que también influya que cuando aquel equipo se desinfló deportivamente (cosas que pasan en el mundo del fútbol), el presidente y su junta, en medio de una brutal campaña en contra godotil, supiesen reinventarse para crear el mejor equipo de la historia.
Puede que esas cosas nos pesen más a algunos que su libertina vida privada, el cuñado facha, bajarse los pantalones en un arco detector del aeropuerto o una trama de espionaje., ¿eh? Sobre todo cuando esos pecados parecen pecata minuta en comparación con los desmanes de los Sandro, Núñez, Gaspart y demás.