Preguntabáis (?) ayer porque Suárez muerde.
Mi churriteoría es la siguiente: creo que Suárez muerde para provocar la locura en el mordido.
Como es una acción tan poco fortuita, natural o habitual en fútbol y a la vez tan dolorosa (se dice que la huida de esta es mandada por la médula como cuando se toca algo muy caliente) lo normal es que se reaccionase soltando un puñetazo en la boca del susodicho o un codazo. De hecho no es casual que muerda en tres partidos dónde la rivalidad y la importancia del resultado es elevadísima y no en un partido aleatorio dónde tuviera un pique con un rival.
El trata de ocultartse en el forcejeo de área pero tengo claro que su objetivo es ese más que hacer daño o “eliminar” de la jugada al rival.
Pero lo dicho, salirse muy mucho de lo “esperable” o “habitual” para provocar la reacción desproporcionada en el rival que lo descalifique.
Algo similar a lo que hizo Materazzi con Zidane, saltando de la palabrería habitual jugador-jugador o mentando a la madre para hablar de “Prefiero a la prostituta de tu hermana”. La locura fue inmediata y quizá provocó ese punto de pesimismo que en la tanda hizo perder a Francia en 2006.
O lo que dijera Cholo a Romario antes de que este le tumbara en un córner en el Pizjuán.
O el famoso toque de cara del Aizkolari y del cono a Leo sin venir a cuento y que Messi por suerte no devolvió.
O el acto más cobarde y rastrero de un entrenador respecto a otro metiendo el dedo en el ojo por detrás para conseguir esa locura immediata que provocara una reacción desmedida. De hecho la colleja de Titus no fue floja.
También hay fails históricos de buscar algo extraordinario como el episodio entre Michel y Valderrama donde el colombiano le ofrecía aún más los genitales para que Michel los hiciera sonar sin efecto.
Luego hablar de Valors cuando desde 2010 es un eslogan para mermados que se creen la línea editorial que le mastican o entender que justifico cualquier agresión ordinario delante del muerdo uruguayo es una opción para cada uno.