No sé si fueron los turistas que poblaban las gradas del Camp Nou, las caras nuevas en el equipo o el efecto Luis Enrique pero ayer se vivió una sensación de indulgencia con respecto a la temporada anterior, una temporada en la que, por desgracia, los culés tuvimos que bajar la cabeza con demasiada frecuencia. Es bueno partir de cero con el equipo aunque la directiva siga siendo la misma.
Luis Enrique se estrenó con valentía y el equipo le respondió. Las circunstancias le llevaron a tomar la decisión de alinear a un joven delantero de 18 años , Munir El Haddadi, que había demostrado cosas interesantes en el Gamper y también en la pretemporada y el chaval le respondió con una actuación digna de los mejores estrenos de un crack en la catedral blaugrana. Es evidente que el chaval , un goleador de la vieja escuela, quiere comerse el mundo y todos deberán tener paciencia con él, veremos si con la plantilla completa puede seguir teniendo minutos. Ayer se los ganó.
La alineación fue la esperada con la doble M en el eje central de la defensa y con la apuesta decidida por Rakitic como pulmón incombustible de la línea de medios. Arriba, la confianza de su entrenador le dio un puesto en el titular a Rafinha junto al citado Munir y al mejor de los mejores, Lionel Andrés Messi.
Messi fue el alfa y el omega del equipo, inició y finalizó jugadas, abrió y cerró el partido con sus goles y dio la sensación de haber vuelto tras un secuestro anímico que se inició con la salida de Pep. Espero que la salud le respete y pueda volver a demostrar lo que es capaz. De él depende el éxito del equipo.
Del Elche ayer poco hay que decir más que vino a perder el máximo tiempo posible y que no tuvo opciones a pesar de jugar con uno más durante más de media parte. El Barça fue amo y señor del partido con once, con diez y, seguramente lo hubiera sido con nueve. El Elche no fue rival para tanto Barça.
Los goles fueron todos de resumen anual. El primero, en los últimos minutos de la primera parte, tras una recuperación de Busquets que entrega a Messi y éste inicia una apertura hacia su lado fuerte chutando al ángulo inverso. Marca de la casa. El segundo fue el que más alegría causó. Casi después de sacar de centro en la segunda parte, Rakitic picó hacia Munir y un defensa la rozó de tal modo que le cayó botando al juvenil para que la colocara con el exterior en un escorzo que me recordó a los grandes nueves de la historia del fútbol. Poco después , Messi volvió a tomar el balón en la frontal del área, gambeteó hacia su izquierda y la colocó donde quiso cerrando el marcador. No hubo más a partir de ese gol.
El arbitraje de Teixeira fue malo y provocador. Perdonó una clara tarjeta por una entrada durísima a Iniesta y después expulsó a Mascherano en una jugada que ,según dijeron en TV3 ,este año ya no implica expulsión. No llegó a desquiciar a los jugadores porque el resultado nunca peligró pero pareció ir con prejuicios al partido. El Teixeira del parking seguro que nos pita algún partido importante este año.
Como conclusión, no hay que lanzar las campanas al vuelo por este partido. Este año la Liga acaba en junio y seguramente en el próximo desplazamiento a Villarreal el partido no será tan asequible. Eso sí, Luis Enrique es un entrenador que engancha de primeras y parece tener las ideas muy claras. Intensidad, trabajo físico, implicación y fe en la cantera deben ser los cuatro pilares en los que base este año el Barça su temporada. El quinto siempre será Messi.