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Yoyalodije

Revisando una historia del Mini

Una de las cosas que más jode reconocer es que nuestras percepciones son construidas y nuestros recuerdos reelaborados. Vamos, que la realidad y lo que de ella recordamos son algo inalcanzable o, como mínimo, discutible.

Pues bien, en esta época de intereses, propaganda y revisionismo que vive el mundo Barça, nace una nueva historia. Una historia en el Mini y las instalaciones deportivas de la Masía. Una que nos cuenta cómo la marcha de un jugador de 17 años sobre el que, en su día, ya se nos comentó que se marchaba por dinero, que no era una gran pérdida y que pedía la luna, ahora resulta ser una gran suerte porque dejó espacio para otro compañero que ahora es la releche y la moda del momento. Todo aludiendo a la imprevisibilidad del mundo de fútbol, al azar y con un “mira cómo son las cosas, ¡eh!”.

Dada la proximidad de un probable debut con la selección absoluta de Munir, me gustaría explicar porque desde mi punto de vista esto no fue así. La marcha de Sanabria no le ha abierto ninguna puesta a Munir y todo lo que se ha querido y se quiere conseguir desde los medios de propaganda del club es dejar bien a la actual directiva porque:

  1. Eran dos jugadores totalmente compatibles en el campo. Sanabria es un delantero centro puro, con zancada y facilidad como para jugar en banda, pero es un delantero centro. Un 9 con un biotipo cojonudo para jugar en el FCB, por encima de 1,80m pero sin ser demasiado grande como para perder explosividad, con giro, un buen control, tiro fuerte, oportunista y capaz de conducir la pelota decentemente. Todavía está verde y es algo insconstante, desaparece durante los partidos y puede llegar a ser un poco islote. Munir es otra cosa. Para empezar no tiene posición fija en un 4-3-3, es más un segundo delantero. Munir basa su juego en otras cosas, especialmente en pensar y ejecutar rápido. Es mucho más creativo que Sanabria. Tiene una zurda precisa y le pega muy bien a la pelota. Es más frágil y a falta de que mejore su físico, vivirá de su capacidad para jugar rápido. Cuando jugaba con Sanabria solía hacerlo en banda. De hecho, en el actual dibujo del Barça, su puesto ideal, bajo mi punto de vista, es el de extremo derecho.

  1. También se habló en su momento de que la presencia de Dongou y de Sandro haría que se notase menos la salida de Sanabria, que no cabían todos. Estoy de acuerdo en que a veces se pierden jugadores por overbooking de talento pero, casualmente, ahora siguen esos dos chicos en el B y no hay problemas de espacio para Munir. Por no decir que tanto Dongou como Sandro son jugadores, en mi opinión, con un techo menor al que tenía Sanabria en aquel momento. De hecho, siendo uno de los de peor encaje en el primer equipo, creo que Sanabria era el que tenía más proyección.

  1. Otro argumento contrario a Sanabria es que pedía mucho dinero y que exigía llegar al primer equipo en un año o directamente, no lo recuerdo bien. Casualmente, el chico pasó de pedir cosas inadmisibles para acabar en el Sassuolo 6 meses y ahora estar en la Roma sin jugar mucho mientras el Barça se deja 5 millones en Halilovic y ofrece 2,5 más variables en las últimas horas de mercado por Asensio. Vamos, que pasta había. Tampoco hay que olvidar que tanto Halilovic como Suárez vienen con contratos que les garantizan subir al primer equipo tras el primer año, mientras que a Sanabria no se le dieron garantías.

  1. En todas esas noticias en las que se demoniza a un jugador de 17 años y estrato humilde por aceptar una oferta económica importante no se cita que la explosión de Sanabria cogió a todo el mundo a contrapié y que no supieron gestionar que tenían a un internacional absoluto de Paraguay jugando en el juvenil. Con él se vio algo tan ilógico como que un jugador que no cuenta para el B pasa a ser titular indiscutible mientras duraron sus negociaciones para intentar que se quedase. Ni meritocracia, ni flexibilidad, ni buenas decisiones. Por cierto ¿quién tomó aquella?

  1. Se olvidan esta semana que Sanabria dejó 4,5 millones en caja y que podría llegar a los 12 por variables. Por lo tanto, hubo negociación y aquel unilateral pago de la cláusula que se nos vendió no fue más que otra milonga.

En resumen, que el verdadero problema de todo esto es que la falta de pluralidad en el entorno no blogosférico del FCB está dejando hacer a una directiva que ha cambiado el modelo del club tocando dos pilares básicos de lo que a mí me mola del Barça: La promoción de la cantera, que ahora es vista más como una vía de financiación que como una vía para formar grandes jugadores y la falta de lo que podríamos llamar “accesibilidad democrática” en el club, convirtiéndolo en un club social burgués que mueve mucho dinero.

Hasta aquí mi ejercicio de revisionismo contestatario.