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Yoyalodije

Rompiendo una lanza a favor de Neymar

Quisiera romper una lanza (¡lanzicida!) a favor de Neymar en un aspecto muy concreto.

Verán: se ha especulado mucho acerca de si su admiración por Messi forma parte de un plan orquestado, una especie de “Eva al desnudo” futbolero. Un equipo de guionistas le marcaría la pauta a la hora de hacer declaraciones y, pasito a pasito, va haciéndose el tontico hasta que le come todo el terreno. Hasta aqui, todo sería plausible y ninguna intención retorcida sería descartable. Al fin y al cabo, las palabras van y vienen y creérselas o no dependerá de cada uno. Por ello, prefiero basar mi opinión en algo más visceral y menos “fingible”: las reacciones sobre el césped. Y debo confesarles que, después de un estrecho seguimiento sobre la cuestión, escrutando cualquier detalle que pudiera delatar al arribista…creo que el chico es sincero.

Admito que, para poder compensar toda la movidaca que implicó su fichaje, Neymar debería ganar no menos de 5 Champions con quintuple hat-trick. El padre, Bartolo, los toiss, el postureo, el instagrameo, el gayumbeo y todo el largo etcétera que se quiera adjuntar en detrimento del personaje (y en la mayoría de ocasiones, con justicia). Resulta muy tentador completar el poker gñeístico con la carta del teatreo adulacional, pero (ojo, siempre a mi juicio y según lo ocurrido hasta ahora) sería terriblemente injusto.

Sostengo mi percepción en la convicción de que hay cosas que no se pueden fingir, o al menos no se pueden fingir indefinidamente. Y en éste caso, si es posible obviar todo lo que rodea a Neymar (que es mucho pedir, lo admito), percibo que se siente un privilegiado por estar al lado de D10S. Pequeños detalles, determinados gestos que delatan sus sentimientos.

Otra cosa es cómo pueda interpretar Messi el comportamiento de Neymar. Diría que, de entrada, adoptó una posición defensiva, algo escamado por tanto elogio desmesurado. Se le notaba en el lenguaje corporal. Lógico, porque cualquiera en su lugar podría pensar “Huy, viene el pavo éste llevándose un pastizal sin demostrar casi nada y encima haciéndome la rosca full-time ¡Ojete ahi!”. También diría que, con el paso de los partidos, va venciendo esa reticencia inicial y se le ve más convencido de que, en realidad, Neymar le idolatra.

Abro el paragüas pre-apedreo, pero tenía que decirlo.