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Crónica

Aquest any, no.

El equipo, en este momento, es el claro reflejo del club. Es una mezcla de mala planificación, ausencia de modelo claro de juego y falta de peso en las instituciones. El neonuñismo tecnócrata ha invadido todos los órganos del Barça y ha hecho metástasis en los vitales. El resultado es claro, el Barça ha pasado de ser un club ganador en todos los aspectos a ser lo que fue durante muchas décadas: una institución acomplejada y perdedora. Solo hay que repasar la jornada de ayer: un Barça plagado de internacionales y con el mejor jugador del mundo en sus filas no pasó de un triste y soporífero empate en Getafe. Inmediatamente después, el Barça B sucumbió en casa ante el potentísimo Mirandes con la consiguiente rajada a lo Mourinho de su entrenador. Patético.

Es evidente que el Barça va a seguir ganando muchos partidos y que, probablemente, recupere alguno de los cuatro puntos con el Madrid (le saca nueve puntos desde el partido del Bernabéu) pero la tendencia general de este equipo es pasar una nueva temporada en blanco, como la anterior y da la triste impresión de que el actual entrenador puede llegar a hacer bueno a su predecesor. Más patético.

El equipo, ayer, a pesar de necesitar la victoria salió al campo como si le llevara diez puntos al segundo (o peor, como si fuera ya a diez del primero) y dejó pasar los minutos como si no los necesitara, como si el gol tuviera que caer de maduro. A jugadores de la categoría de Xavi o Rakitic les costaba horrores controlar el balón y hacer un buen pase que conectara con los delanteros. Ante esta situación y a falta de soluciones tácticas desde la banda, Messi volvió a retrasarse para iniciar el juego desde la linea del centro del campo. Todavía fue peor la solución: las jugadas se perdían y propiciaban contras del rival. Nada que no hayamos visto antes.
En estas que se produjo una situación que hubiera podido cambiar el partido pues se cometió un claro penalti en el área del Getafe que el árbitro no tuvo a bien señalar. El agravio comparativo con quien lidera la Liga (7 a 0 en penaltis a favor) ya no hace falta ni recordarlo.Impotencia.

Volvemos al escenario del partido. El entrenador, a pesar de los claros problemas que se evidencian en la primera parte, no hace cambios en el descanso y Messi, en uno de sus pocos slaloms del día sacó un falta que también hubiera podido cambiar el devenir del partido. Pero ayer no era el día, como no lo fue en Málaga o contra el Celta , ya son demasiados días para pensar que este año se pueden ganar títulos. El cambio que pedía el partido, el de un inexistente Rakitic por Iniesta, llegó tarde, tardísimo y, a pesar de que el equipo comenzó a atacar con criterio, faltó ese punto de frescura y precisión para rematar las jugadas. Para colmo, Luis Enrique se equivocó al sacar a Pedro del campo y con su salida se acabaron las opciones de ganar el partido. Desconcierto.

Triste realidad con la que nos encontramos en la actualidad a falta todavía de 23 jornadas de Liga y la tentación de dedicar el tiempo de los partidos a actividades más gratificantes cada vez es mayor. La música, la lectura, el cine son opciones que cada vez se incrementan ante lo que se ve en el terreno de juego. Si un día se levantan y no hay crónica es que, definitivamente, habré tirado la toalla. Depresión.