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Crónica

El Dr. Messi y Mr. Suárez

Ante todo, ayer se vio un gran partido de fútbol y solo eso ya merece la pena celebrarlo. También se vio en el Etihad un gran Barça en la primera parte que creo que, si no igual, se pareció mucho a las mejores versiones del mítico Barça de Pep. Y es que, a pesar del regusto amargo del penalti fallado por El Más Grande en el último suspiro del partido, el Barça encaró su presencia en cuartos de final de la Champions con un partido en el que demostró su jerarquía de tetracampeón de Europa.

Luis Enrique no quiso hacer experimentos y salió con el equipo esperado, un equipo que se colocó magníficamente en el terreno de juego y, a base de posesiones interminables y de un Messi celestial interpretando el juego, le dio un repaso histórico al equipo de Pellegrini en los primeros cuarenta y cinco minutos que entiendo, tardarán en borrarse de la mente del buen aficionado al fútbol, por la competición y por el rival.

Así, fruto de la insultante posesión blaugrana vino el primer gol, un centro bombeado de Messi que no lo supo despejar Kompany y un concentrado Suárez se lo encontró y no falló ante Hart. Poco después, el uruguayo falló un mano a mano solo contra el portero inglés. El Barça estaba avasallando al City y el segundo gol tenía que caer por lógica. Así, en una jugada clásica de Messi asistió a Alba y éste a Suárez que remachó el segundo gol de killer. Aquello era un festival.

El City no pudo ni tan siquiera acercarse a Ter Stegen en la primera parte y hubo pitos en la gradería hacia su propio equipo.

La segunda parte, desgraciadamente, fue algo muy distinto a la primera. Los citizens salieron espoleados por su técnico y el Barça salió más blandito. Esa combinación provocó que el City acosara la portería, sobre todo a base de corners, y que, en una buena jugada entre Silva y Agüero, sirviera para acortar distancias.

El Barça vio las orejas al lobo y Luis Enrique hizo cambios muy extraños como situar a Busi, que estaba haciendo un gran partido de mediocentro, como interior derecho, sacando a un brillante Rakitic del campo. El Barça bajó en su rendimiento y el City no supo aprovecharlo, especialmente tras la expulsión de Clichy.

Al final vino la jugada que pudo matar definitivamente la eliminatoria: un claro penalti de Zabaleta a Messi que el argentino falló ante Hart y que después no supo meter el rechace a portería vacía. Nada que reprochar al grosso de Lionel quien, tras hacer un partido memorable, tuvo este error humano. Creo que todos se lo perdonamos.

Habrá entonces partido en la víspera de San José en la semana del clásico. Si juegan como los cuarenta y cinco primeros minutos no tengo dudas si lo hacen como contra el Málaga tengo más. Pero parece ser que éste es el Barça de Messi y de Luis Enrique. Habrá que hacer acopio de Trankimazin.