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Crónica

La Kriptonita de las cuatro

Ayer quedó demostrado, una vez más, que a Messi no le gusta jugar a las cuatro. Será por la siesta, por la comida o porque tiene los biorritmos cercanos a cero pero está claro que no es su hora. Después está Neymar que ha pegado un bajón en su rendimiento desde que falló aquel penalti contra el Villarreal y que ayer, de nuevo e independientemente de la hora, mostró más aspectos negativos que positivos en Granada. Si a esto añadimos un asqueroso césped preparado para que no se jugase a fútbol, a pesar de la queja con la boca pequeña que hizo Abel Resino, nos encontramos ante un partido cuya definición más acertada sería la de asqueroso.

Afortunadamente, ayer, a pesar de que hubo otros jugadores que no estuvieron a su nivel, como el desesperante Mathieu (bueno, a lo mejor es que éste es su nivel), el transparente Xavi (sí, jugó) o el desquiciado Alves, surgieron dos figuras que entiendo importantísimas para lo que queda de temporada: Rakitic y Suárez. Ellos entendieron perfectamente las claves de partido, buscaron los espacios y definieron en los momentos importantes.

Suárez, ayer, fue especialmente listo buscando la espalda de la defensa del Granada y, con un buen pase de Alba hacia la posición de extremo izquierdo (algo que no hizo Neymar en todo el partido), hizo la jugada del primer gol que, tras un rechace de la defensa rojiblanca, acertó Rakitic a meter el primer gol del partido. Busqueda del espacio y llegada de centrocampistas desde atrás. De manual.

El partido a partir del gol se perdió en un mar de imprecisiones y falta de control del partido. Ni Xavi ni Mascherano pudieron tomar la batuta del partido y el balón se perdía por malos pases desde la defensa donde el pelirrojo hizo un recital. Afortunadamente para el Barça el césped también perjudicó al Granada y no conseguía trenzar jugadas de ataque pero pudo empatar perfectamente con un fuerte disparo de un ex perico al que no nombraremos para no hacerle propaganda que atajó bien Bravo, haciendo digno honor a su nombre.

Tras el inicio del segundo tiempo se produjo una nueva gran jugada: pase de Rakitic para el desmarque de Suárez que aprovechó éste para adelantarse a Oier con el exterior del pie y marcar el 0-2. Parecía que el partido iba a morir ahí pero vino la jugada que volvió a crear nervios en el Barça pues el árbitro pitó penalti en una jugada en la que Lass se tira al ver la pierna de Bartra y el gol de Fran Rico volvió a abrir el partido.

Pero ayer era el día de Rakitic y Suárez y, en una nueva jugada al espacio entre ambos, la resolvió Messi que pasaba por allí y marca hasta cuando está mal, un gol que, por fin, cerró el partido y amarró estos difíciles tres puntos.

Partido para olvidar en el que se vieron más aspectos negativos que positivos del equipo. Me quedo con la gran forma de Rakitic y la inteligencia del uruguayo para saber leer un partido que, sin duda, se hubiera perdido en otras temporada. Es otro fútbol y otro Barça pero es lo que hay. Como esta crónica: para olvidar.