El mercado del último verano ha estado mal llevado.Sabiendo las carencias de la plantilla y que tenemos prohibido fichar hasta enero de 2016, me cuesta comprender como, áun contando con el hándicap institucional-deportivo que tenemos, se han hecho las cosas tan mal:
-Bravo y Ter Stegen han sido dos aciertos. Lo que pasa es que uno de ellos ha llegado muy tarde. Valdés anunció que se iba en enero de 2013. Conociendo eso, debió llegar uno en el mercado inmediatamente posterior. Al final, el año pasado nos jugamos los tres títulos con Pinto.
-Mathieu, sí mira está marcando goles importantes y nos ha dado un plus de cabeza, pero no mejora significativamente a Mascherano como central y nos hubiese venido de perlas una apuesta joven para esa posición. Por no mencionar que costó casi el doble de lo que hubiese supuesto traerlo el verano anterior, antes de que nuestra sagaz ex-director deportivo decidiese hacer su apuesta al “fichaje Puyol”. Lo cual me lleva al siguiente punto…
-Vermaelen “rendimiento deportivo inmediato”. Cuanto menos se diga de este fichaje mejor. Posible ajuste económico con el Arsenal por el traspaso de Alexis y/o Cesc.
-¿Que Dani Alves acaba contrato en el LD? Nos marcamos la frivolité de traer a un suplente del Sao Paulo del que sus propios aficionados se ríen (y mira que los sudamericanos son expertos en vender paquetes como si fuesen el nuevo Pelé/Maradona). Posible baza judicial de Nobita frente al juez Ruz.
-Rakitic para reforzar la medular. Correcto. Jugador que estaba pidiendo a gritos una oportunidad en un grande. Lástima que ahora nos encontremos con que nos falta otro jugador más de nivel para el interior, ante los 35 años de Xavi, las dudas de Iniesta y que ni Rafinha ni mucho menos Sergi Tormento están dando el nivel.
-Luis Suárez. Crack fichado a precio de crack. Sin embargo, como estos no hacen nada bien ni a tiros, fueron incapaces de rebajar el precio de un jugador que se quería ir de Inglaterra a toda costa y que arrastraba una sanción de 4 meses a cuesta que debería haberlo depreciado significativamente.
Y todo ello con uno de los mayores dispendios económicos en fichajes, si no el mayor, de nuestra historia.