La fortuna, o la Regadera Cósmica, es caprichosa y ha querido que la Liga se pueda resolver de nuevo un 17 de mayo, y también con un enfrentamiento con el Atlético de Madrid, eso sí, ha tenido la generosidad de que le podamos devolver la visita que tan tocados nos dejó hace ya casi un año. Porque creo, sinceramente, que el Barça debe ganar y ganará en el Calderón y podrá levantar una Liga que nadie pensaba en conquistar hace poco más de tres meses.
Este sábado perfecto (sin contar al pobre Barça B que ya está desahuciado) comenzó en el Camp Nou con un equipo que, a pesar del cansancio acumulado, pudo acabar con una Real Sociedad que vino especialmente “motivada”.
Luis Enrique, como suele ser habitual, cambió el centro del campo entero, que es la línea que más tralla lleva durante los partidos y colocó a Bartra en el centro de la defensa junto a Piqué. Adriano tomó el puesto de Alba. Ninguno de los nuevos dio sensación de tener más piernas que los demás lo cual obligó a LE a tomar medidas tras el descanso.
Porque la primera parte se llevó a ritmo muy bajo, esperando que los de arriba enchufaran alguna, pero no fue así. Unas veces la falta de precisión, y otras el portero Rulli, que sacó tres manos espectaculares a cabezazos de Messi, Bartra y a un chut de Piqué en un embrollo en el área, desactivaron la pólvora azulgrana que iba mojándose al transcurrir de los minutos poniendo nerviosa a la grada y a la yoyerada (revisen comentarios).
Pero ayer estaba todo escrito de antemano y ya en la segunda parte, Neymar cogió una mala cesión de Mikel González para cabecear por fin a la portería del inspirado Rulli. Este gol tranquilizó al personal pero espoleó a la Real que encabezada por el ex madridista y “motivadísimo” Granero apretó mucho durante los minutos siguientes aunque sin poner en demasiados apuros a Bravo.
Cuando el miedo volvía a la grada fue cuando se resolvió el partido. Pedro, que había sustituido a Rafinha, tomó un despeje en el área y voló como lo hacía Rivaldo y metió una espectacular chilena que se coló en la portería donostiarra.
Final feliz y a esperar el partido del Madrid que aún nos aguardaba muchas sorpresas. El Valencia, que salió muy serio en el Bernabéu, mostró que se jugaba la tercera plaza en el envite y jugó una muy buena primera parte sacándole todas las vergüenzas al equipo de Ancelotti. Marcó dos goles, aunque demasiado pronto y tuvo que aguantar los clásicos arreones de los blancos (y de Clos Gómez) durante más de una hora. Al final solo sacaron un empate pero fue suficiente para sentenciar la Liga, una Liga que ganará el Barça ganando uno de los dos partidos que quedan. Vayan poniendo el cava en la nevera…