Punto y aparte. El Barça viajó a Leverkussen con los deberes hechos y pudo permitirse un partido de relax ante la tralla tan fuerte de partidos que lleva desde que, a mediados de agosto, comenzó a disputar títulos. El de ayer es simplemente un partido para olvidar y para que descansen los titulares. No hay más.
Otra cosa es que podamos estar más o menos contentos con la actuación de los suplentes, que, en líneas generales tuvieron una actuación bastante mediocre aunque hay varias categorías. La primera es la formada por Adriano, Alba y Vermaelen que pareció que la cosa no iba con ellos cuajando un partido lamentable. Imagino que Luis Enrique habrá tomado nota de su actuación. Después está el dúo Sandro y Munir que no tuvieron su día ante los defensas alemanes pero que siguen en su largo aprendizaje. Messi y Rakitic estuvieron un pelín por debajo de lo esperado pero les llegó para fabricar un buen gol. Los canteranos del Barça B hicieron lo que pudieron ante un rival de Champions teniendo en cuenta que son colistas en 2ª B y finalmente, Ter Stegen, que salvó al equipo y que estuvo soberbio en el regreso a su país.
Del partido decir que el equipo fue clarísimamente de más a menos y se adelantó en el marcador muy pronto con una contra que llevó el croata trilero y acabó El Más Grande en una definición digna de su categoría. Después empató pronto el motivadísimo Chicharito y el Leverkussen se hizo el dueño del partido pudiendo haber ganado con claridad a poco que sus delanteros hubieran estado más acertados. La defensa azulgrana estuvo pésima con momentos tragicómicos como una “asistencia” de Alba emulando a Douglas que los alemanes fallaron incomprensiblemente.
Mala suerte para los alemanes que, con un gol más, que merecieron, hubieran pasado a octavos por delante de la violenta Roma que no pasó del empate ante el poderosísimo BATE.
Ahora toca esperar el sorteo del lunes que tiene por ahí algún coco pero que, en general, se presenta bastante asequible (para el Madrid).
Me preocupa, mucho, el partido del sábado. Un Depor que viene con el mejor equipo de la última década y sexto en la clasificación y sobre el que nadie parece haber reparado. Neymar no está y Messi está en pretemporada y ayer se tocaba peligrosamente los aductores, así que nos tendremos que aferrar (cada vez más) a Suárez por lo que queda de año. Toquemos madera.