La verdad es que de la misma manera que por unas circunstancias u otras (a veces el horario, otras el calendario, en ocasiones el dosificarse para duelos de más enjundia, alguna baja importante, o ayer la lluvia o el saberse muy superior), parece que este Barça no acaba nunca de hacer un partido ‘redondo’, es innegable que transmite una sensación de seguridad pocas veces experimentada. Ayer con el 1 a 1 y el Arsenal apretando, la impresión seguía siendo que en caso de necesidad, alguno de los tres de arriba se volvería a sacar la chorra one more time y finiquitaría la cosa… como así sucedió.
Quizá podríamos entrar en conceptos técnicos como por qué el equipo baja tanto colectivamente en lo defensivo cuando falta Piqué (entiendo que el rendimiento individual sea más bajo, pero no el que se descosan hasta el punto de tener que tirar de Machete en plan apagafuegos), por qué nos cuesta tanto defender las subidas de los laterales contrarios, o por qué a veces Busi se ‘hunde’ tanto entre los centrales que el equipo acaba defendiendo en su propio área (véase el gol gunner de ayer). Pero bueno, será cuestión de que Piqué se meta en una cámara hipobárica de esas entre partido y partido, no vaya a ser que se nos costipe…
Reconozco que ayer (nota de posteador: referente al Bayern-Juve) canté el gol de Thiago como si todavía vistiese de blaugrana. Por mucho que Pep se haya alejado del ‘romanticismo’ mucho más de lo que me hubiese gustado, en el fondo sigo deseándole lo mejor. Leer algunos titulares de la prensa ‘amiga’ hoy sobre él me resulta tan schadenfreudérrico como la temporada del Valencia de Lim…