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Crónica Real Sociedad-Barça: Con la muerte en los talones

A veces, por motivos inexplicables – por lo menos para los que no entendemos demasiado de esto- te acabas metiendo en problemas cuando estabas en la situación más plácida de tu vida.

Sabíamos que los viajes a Anoeta no se le daban bien al Barça pero es inexcusable la imagen que ha dado el equipo – con su entrenador al frente- en pleno mes de Abril y cuando buscábamos sentenciar una Liga que se nos va escapando por un agujero que no atinamos a detectar.

Se puede empatar en Villarreal cuando ganas 0-2, perder en casa con tu máximo rival en la LFP, pero perder 8 puntos consecutivamente es motivo de que nuestros servicios técnicos y jugadores pongan manos a la obra y detecten la fuga de presión lo más rápidamente posible, preferiblemente antes del miércoles a las 20.45.

Tras el parón de selecciones y una semana durísima con el Clásico y la tralla de la primera parte de la eliminatoria contra el Atleti, nos plantábamos en Donostia con victorias previas de nuestros perseguidores que se colocan a 3 y 4 puntos – eso sí, con el goal-average favorable con ambos-.

Luis Enrique volvió a hacer rotaciones que, visto como han jugado los cracks, no tengo seguro al 100% que sea la principal causa de la derrota.

Sergi Roberto salía como lateral izquierdo y el centro del campo diría que era inédito esta temporada, el titularísimo Busquets acompañado por un Turan que cada día que pasa demuestra lo que le cuesta adaptarse al juego de nuestro equipo y por un Rafinha que bastante tiene con intentar coger el nivel de forma tras 5 meses de baja.

Como en la temporada pasada, la Real – este año entrenada por nuestro Eusebio- marcó en la primera ocasión que tuvo. En un balón dividido en defensa por nuestra zona izquierda y que intentábamos sacar jugado, es recuperado por la presión blanquiazul para acabar centrando a la cabeza de un jovencísimo Oyarzábal que bate a Bravo de magnífico cabezazo.

Ya tenían ellos el partido donde querían y, a partir de ahí, a defender el botín. Nos dejaron la posesión de balón y nos asfixiaron por el centro de la defensa mientras nosotros eramos incapaces de entrar ni de abrir juego por las bandas. Alves sólo por la derecha, con la mínima ayuda de Rafinha y un inexistente Messi que intentaba hacer la guerra por el centro y alejado del área. En banda izquierda intentaba llegar Roberto con más voluntad que acierto y Neymar no conseguía desbordar ni tampoco veía a quien pasarle el balón al área. ¿Munir? Pasapalabra.

Si decimos que la única ocasión blaugrana en la primera parte fue un chut de Arda Turan que desviaron entre un defensa y una excelsa mano de Rulli, ya está dicho todo.

Y, ojo, ellos también tuvieron un contraataque peligroso que cortó Alves en el área.

En el descanso entró Iniesta por Rafinha para dar más creatividad y profundidad al centro del campo. Pero, la primera- y única- jugada de peligro fue de la Real, pero la cortó Arda en defensa.

A partir de ahí, posesión total del Barça pero con la misma lentitud y falta de ideas de la primera parte. Si que tuvimos algunas ocasiones, más por jugadas individuales que colectivas, un chut de Iniesta a la cruceta que Rulli envió a corner, otro disparo de Neymar de falta que también mandó a la esquina el portero – aunque Iglesias, que hizo un correcto arbitraje, no vió dando saque de puerta-. Messi tuvo un par, la primera marrada porque creo que él pensaba que estaba en fuera de juego, y un cabezazo a las manos del cancerbero.

Se quejaban los nuestros de los 3 minutos de añadido. Pienso que ni con dos horas más metíamos un gol. La misma imagen triste de la temporada pasada y no sé si esto será suficiente para que despertemos de una vez.

Ahora, el miércoles otra prueba de fuego. A ver si, el discurso que ha dado Luis Enrique en rueda de prensa, logra transmitírselo a los suyos.

Licencia para matar: Que por culpa de un indecente fondo de armario, debamos acabar el partido con el 11 titular porque con las rotaciones no vamos a ninguna parte

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