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Yoyalodije

Reflexiones de un viejo

Hace mas de 60 años, uno iba al campo de fútbol los domingos y disfrutaba viendo jugar a los “buenos” mientras que los “malos” sufrían lo indecible para no hacer el ridículo.
En aquellos tiempos no había tarjetas y pocas, poquísimas veces se veía a algún jugador protestar las decisiones arbitrales.
Los partidos rara vez terminaban en empate a 0, y, en ocasiones, se daba el caso de que la hinchada de un equipo aplaudía una jugada de mérito del equipo contrario, incluso si había terminado en gol en contra.

Pensarán Vds. que esto son las chocherías de un viejo que ya no sabe de lo que habla, que vive de sus recuerdos, y que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Creo haber demostrado a lo largo de mi participación en este blog, que, en mi caso, no ha sido mejor cualquier tiempo pasado, y que me ha emocionado, y mucho, el pasado reciente de nuestro Barça.

Permítanme que aproveche mis reflexiones iniciales para explayarme en la exposición de unos conceptos que creo que se encuentran en la base de la trasformación que afecta al fútbol actual y que pueden acabar, en mi opinión, con la “gallina de los huevos de oro”

1.- La excesiva profesionalización. Sirva de ejemplo para ilustrar lo que quiero expresar la eliminatoria Islandia-Inglaterra en la presente Eurocopa.
El equipo Islandés, quizás el menos profesionalizado de los participantes superó a la selección cuyos jugadores están en la cúspide de la profesionalización. Con un entusiasmo sin límites y absolutamente desinhibidos, jugando completamente “a su aire” eliminaron a una de las favoritas de modo fulminante.

Cuando digo “a su aire” me refiero naturalmente a que siguieron un esquema de juego muy entrenado, y que dentro de la gran ilusión y fé en lo que hacían se encontraban liberados de toda presión psicológica. Jugaban sin miedo al fracaso!

Lo mismo, pero al revés, se vivió en la tanda de penalties del Italia-Alemania. El colmo de los colmos producido cuando un “especialista” cambiado en el minuto 120, falló estrepitosamente su lanzamiento, como hicieron otros 5 “grandes jugadores” de ambas selecciones en la tanda reglada. Luego, en la muerte súbita los “menos buenos” fueron los que prácticamente sin fallos mantuvieron viva la emoción.

2.- El sobredimensionamiento de los aspectos mercantiles que rodean el juego.

Quizás se trata de una consecuencia directa del apartado anterior, pero las cantidades, absolutamente obscenas, que rodean a las competiciones futbolísticas y que sirven de soporte necesario para la súper-profesionalización de los jugadores hacen que los “egos” de algunos de ellos suban a niveles estratosféricos. Y la consecuencia directa es el exceso de responsabilidad que se asume por estos pequeños “dioses” en circunstancias en las que el desenlace del partido y/o de la competición están en juego, la falta de respeto a los compañeros “menos recompensados” o considerados “meros peones de brega” y que hace que se fallen jugadas que en condiciones normales se superarían sin dificultad (Y quien lo dude que se repase la final de la Copa América Centenario, y el penalti fallado por Lionel Messi…)

3.- La condición atlética de los jugadores, unida al “jueguen, jueguen” arbitral.

Quizás esta reflexión está también ligada a la primera, o quizás no. En cualquier caso profesionalizados o no, los jugadores que disputan las mejores competiciones tienen una condición física muchos niveles superior a la que tenían los jugadores de medio siglo atrás.

Estoy convencido de que el Brasil de Pelé que arrolló a Italia en la final del mundial del ’70 hubiese quedado “tieso” sobre el campo sometido a la “batalla” que la actual selección “azzurra” es capaz de proponer, sea cual sea el rival al que se enfrenta. Lo sufrió España, y lo sufrió Alemania en esta Eurocopa. Simplemente con una buena disposición táctica sobre el campo y una condición física envidiable los italianos “arrasan” a los contrarios porque, aunque su técnica individual es menor, su capacidad de sacrificio, su rigor táctico y su nivel físico son superiores. Algo parecido a lo que hablaba sobre Islandia algo más arriba, pero con mucha mas calidad individual en los jugadores.

Y 4.- La escasa evolución que han sufrido las reglas que rigen este deporte.

Si, seguimos jugando con las mismas reglas (las variaciones introducidas han sido mínimas y apenas afectan al desarrollo del juego en lo esencial) que se aplicaron como universales hace mas de 125 años.

Simplemente para tener en cuenta el tamaño y la agilidad y reflejos de los porteros actuales, resulta obvio que las porterías deberían ser algo mayores!
Pero es que se sigue jugando a reloj corrido a pesar de que las tecnologías modernas demuestran que casi dos tercios del tiempo reglado el juego está parado… Reloj parado YA?? Aunque se reduzca algo el “tiempo de juego reglado”…

Se permiten “contactos” que, teniendo en cuenta la capacidad física de los jugadores actuales, pueden resultar peligrosos para la integridad del contrario.
Se sigue dejando a la “interpretación arbitral” la apreciación de la gravedad de las faltas y la sanción disciplinaria correspondiente.
Incluso se permiten jugadas en las áreas que una lectura estricta del reglamento sancionaría como merecedoras de libre directo desde el punto de penalti, porque los árbitros no “quieren influir indebidamente” en el resultado sancionando la “pena máxima”.

Por favor, si se sancionasen 7 u 8 penalties en cada partido (de hecho yo creo que se cometen mas) se acabaría el miedo “al influjo indebido) y habría mucho menos “tacticismo defensivo”. Uso de “Juez de Televisión” para “aclarar las dudas”??

Los terrenos de juego siguen pudiendo ser de dimensiones ridículas (mínimos 85×65 metros). Y aquí vale lo dicho para las porterías. Quizás una dimensión mínima de 100 metros de largo (hasta un máximo de 110-115) y una dimensión mínima de 75 metros de ancho (hasta un máximo de 85-90) no sería demasiado descabellado.
Los campos serían mas grandes, habría menos esperanzas de mantener un 0-0 jugando “a la defensiva” porque habría muchos mas espacios, cabrían muchos mas espectadores, y se dependería menos de los “ingresos atípicos”…

En fin, que creo que ya les he martirizado a Vds. con un auténtico ladrillo en una época en la que la “copa de la ilusión” vuelve a ser jugada por el FC Barcelona… Y yo que “inocentemente” pensaba que el Club había conseguido clasificarse para competiciones de mucho más fuste…

Pero es lo que hay, y con esta junta de impresentables más!

Amunt Barça!!! Bartu dimissió!!!!!