El problema del Virus Fifa, no es solo los 15 días que estamos sin ver futbol, que también, sino el estado en el que vuelven los jugadores tras cambios de sistemas de entrenamiento y de juego, viajes a miles de Km., incluso climatologías distintas.
Pues, esta vez, si no nos bastaba con esto, nos enfrentábamos a un rival, el Málaga, que siempre nos resulta incómodo. Si repasamos los 2 años de Luis Enrique, derrota por 0-1 el primer año y victoria pírrica con gol de Vermaelen el año pasado.
Además, teníamos la baja de Luis Suárez por sanción y, a última hora, Messi ha tenido un problema estomacal y se ha caído de la convocatoria.
Pero, todo esto no debería ser excusa para desarrollar un futbol tan pedestre y previsible en el Camp Nou por mucho que el rival se encierre en su área con líneas paralelas de 5 y 4 hombres al borde de la zona de Kameni, dejando al exazulgrana Sandro en punta.
Y, la táctica que iba a emplear Juande Ramos la sabía Lucho y los más de 83.000 espectadores que estábamos en el Camp Nou( vale, descontemos a los guiris, incluso al pobre colombiano que ha viajado desde Estocolmo solamente para ver a Messi).
Salió el Barça ordenado y con las ideas bastante claras al principio del partido. Control alto de balón y rápidez en la recuperación para intentar crear peligro y romper la rígida defensa andaluza.
Por la derecha teníamos a Rafinha y Arda y , por la izquierda a Denis Suárez y Neymar, sumados a los laterales Sergi Roberto y Digne que, posiblemente fueron los que más peligro crearon en la primera parte.
Los hombres de Juande Ramos no se descompusieron en ningún momento, al contrario que los nuestros que, a fuerza de buscar intercambio de posiciones crearon un caos en ataque posibilitando la facilidad defensiva de los malaguistas.
Nuestra jugada más peligrosa antes del descanso, llegó con un pase en profundidad de Mascherano hacia Neymar, el cual hizo un buen pase atrás a Rafinha para que rematase a gol, gol que desbarató magistralmente el portero camerunés.
Ellos tuvieron un par de tímidas llegadas de Sandro, al cual no seguía ningún compañero por miedo a romper su muralla.
En la segunda parte, más de lo mismo. Un Barça aparentemente paciente pero sobretodo impotente iba poniendo nervioso a un público que creía que el gol iba a llegar aunque fuese en uno de los numerosos corners. Pero , entre poca profundidad, fueras de juego, múltiples rebotes en el área y Kameni, no había manera.
Piqué, que había recibido el alta médica esta misma mañana, tomó la responsabilidad y se echó al equipo a la espalda. Y, viendo que no había peligro atacante – excepto en una mala salida de Ter Stegen- se instaló como delantero centro en modo Alexanko para ayudar a un Alcácer que todavía no ha sabido leer los mecanismos combinatorios del Barça y que cada día parece más perdido.
Con los cambios de André Gomes por Denis y Rakitic por Rafinha – o debido al cansancio del contrario ( que jugaba con 10 desde el minuto 68 por una roja directa a Llorente por durísima entrada a Neymar)- tuvimos más profundidad aunque nulo acierto. El balón se acercaba cada vez más a la portería de un Kameni que, detuvo un gran remate de cabeza de Neymar, pero no había manera de que entrase.
Podemos discutir una jugada en la que el linier señaló fuera de juego de André Gomes que acabó rematando al larguero y Piqué clavó en las mallas cuando De Burgos Bengoetxea ya había pitado ( en el momento de escribir este post acabo de llegar del Camp Nou y no he visto una repetición clara) o un presunto penalti de Villanueva al propio Piqué ( a mí no me lo parece) pero que esto no esconda el poco juego desarrollado hoy.
Tampoco nos cebemos en la previsible pérdida de tiempo del contrario, habitual en el Camp Nou.
Esperemos que en los 2 desplazamientos de la próxima semana ( a Glasgow en Champions y a Donostia – campo maldito- en Liga) recuperemos a jugadores importantes como Messi y Suárez y el sólido juego que, esta temporada, solo hemos visto a cuentagotas.
PS: Recemos para que, en el momento que lean ustedes esta crónica, el Atleti haya vencido al Maligno y estemos a solo un punto de los blancos.