No se nos suelen dar bien las visitas al estadio de Anoeta, llevamos muchos años sin ganar allí, hace dos temporadas estuvo a punto de ser la tumba deportiva de Luis Enrique como entrenador del Barça y, este año, sacamos un mísero punto de milagro. Nuestra última visita en Copa del Rey también acabó con un empate a uno , el cual hizo buena la ventaja de la ida y nos clasificó para la Final.
Por si esto fuese poco, esta visita en la competición del KO, venía con una polémica añadida, ajena a nuestro Club. Los donostiarras se quejaban de que, ni la Liga de Futbol Profesional, ni la Real Federación Española de Futbol , ni, sobretodo, los canales de TV, habían hecho caso a sus ruegos de poner el partido en otra fecha o, en su defecto, a otra hora. Ello es debido a la celebración de su Patrón, San Sebastián y a la Tamborrada que se produce después de la copiosa cena del día anterior, o sea, la noche del partido.
Con toda esta polémica, por lo menos, se ha difuminado otra, la arbitral, ya que, González González es un trencilla que no gustaba nada en Donostia debido a su arbitraje en la anterior eliminatoria entre donostiarras y culés en el Camp Nou ( amen de otra actuación contra el Real Madrid). Que conste también que, al Barça tampoco le apetecía encontrarse con dicho árbitro.
Luis Enrique había dejado en casa a Ter Stegen – dando por hecho que el portero de Copa va a ser Cillessen- y, sorpresivamente, también a Aleix Vidal al que no ha premiado tras su buen partido ante la UD Las Palmas.
Salió el Barça con la alineación de gala, con los 2 únicos cambios de Umtiti por Mascherano (curioso sabiendo que el argentino no puede jugar en Eibar por sanción) y Digne por Jordi Alba.
El guión, en principio, fue el de siempre una Real bien posicionada y muy presionante con Carlos Vela atacando por banda y William José incrustado y muy “molestón” por el centro. Incluso reclamó un no-penalty a los 2 minutos de juego. El Barça intentaba desembarazarse de ese empuje de la Real aunque le costaba tener el dominio del balón. Incluso un error de Umtiti – uno de los pocos que tuvieron nuestros centrales- nos costó un chut , mal dirigido por encima del larguero, de los blanquiazules.
Poco a poco,con la contundencia de Busquets, el control de Iniesta y un gran Messi incrustado en el centro del campo, fuimos tomando el dominio del partido.
A los 19’, un pase largo de Umtiti, hacia la banda izquierda, llega a Neymar el cual, muy solo, se interna en el área,le hace un quiebro a Elustondo y este le derriba claramente Penalty claro que el brasileño se encarga de transformar. Lo más difícil, avanzarnos en Anoeta, estaba hecho.
A partir del gol, poco movimiento hubo cerca de las áreas. Batalla centrocampista entre pérdidas de Illarra, Iñigo Martínez, Busquets y Rakitic que no consiguieron que se crease ningún problema ni a Rulli ni a Cillessen. Partido muy táctico en esta primea mitad que ganó Lucho dándole mucha movilidad a un bullicioso Suárez y dejando las bandas a Sergi Roberto y sobretodo a Neymar que hizo un excelente partido.
Un mal arbitraje – que no enseñó ninguna tarjeta por falta hasta el minuto 92- creó ciertos problemas por mala aplicación de ley de la ventaja y no amonestando cuando era necesario. En el minuto 42, tras una falta clara de Illarramendi que podía ser merecedora de tarjeta, le acaba enseñando amarilla a Messi por perder tiempo. El argentino estuvo muy nervioso hasta el descanso donde Carles Naval tuvo que separarle del trencilla.
La segunda parte fue muy distinta, sobretodo por el cambio de André Gomes por Iniesta ( el de Fuentealbilla tenía problemas musculares). El partido se convirtió en más veloz debido a que no existía el metrónomo del albaceteño para controlar el tempo, aunque los locales no tuvieron ninguna ocasión clara, excepto en una falta en que Zurutuza se quedaba solo ante puerta, hacía un mal control y González González señalaba fuera de juego inexistente.
Al convertirse en un partido más de ida y vuelta que en la primera mitad, la calidad de los jugadores del Barça se imponía
y, tanto Neymar como Suárez se acercaron con peligro al área donostiarra. En una de estas jugadas, el brasileño chutó fuera por poco y, en otra, tras dos salidas de Rulli a los pies de Suárez y Neymar, acabó con amarilla para el autor del único gol del partido.
Los donostiarras, estuvieron más pendientes de forzar las segundas amarillas a nuestros cracks que de otra cosa.
Hay una jugada muy clara, falta de Rakitic a Yuri, Messi coge el balón, le pregunta al árbitro si va a pitar, cuando este le dice que sí, el argentino le cede el balón a Illarra. El vasco, inmediatamente suelta el balón sobre Messi para pedir la expulsión por no dejarle sacar. Sin ningún motivo.
Esta jugada, provoca la pañolada en la grada y las protestas en medios de comunicación al final del partido. Eso sí, no se quejan de que Illarra no tenga amarilla hasta el tiempo de descuento ni de que William José les pegue patadas a Busquets y a Umtiti en la misma jugada en el área de Cillessen.
El cambio de Denis Suárez por Rakitic nos devolvió el control de un partido en el cual tuvimos muy poco sufrimiento.
Antes de finalizar, hubo la típica jugada en que Piqué se acerca al área contraria y acaba chutando hacia el brazo de un defensa que acaba en corner.
Buen resultado en la primera parte de la eliminatoria. Los vascos vendrán el próximo jueves al Camp Nou con sus tambores de guerra ( guerra que ya han comenzado con múltiples quejas). Esperemos que no celebren la Tamborrada en diferido.