En unos días se van a cumplir 40 años del 6/02/77; ese día transcurría mi primera temporada como socio del Barça y ese domingo acudía al Camp Nou a ver mis ídolos. Ese día fui con mi padre, como siempre que me dejaban, pero no a su localidad, sino a la localidad de unos amigos en el Gol Sur. Fui al campo como cualquier niño de seis años a punto de cumplir los siete (solo cuatro días más tarde), con la ilusión de ver a sus héroes a los que amaba como si fueran de su familia, pero sobretodo al crack del momento, el gran Johan Cruyff. Iba al campo con la confianza de que el equipo ganaría fácil, ya que por algo íbamos líderes. También había leído en la revista que publicaba el club y que se vendía en las afueras del Estadio con olor a puro, que jugaba con el Málaga un tal Esteban y que debíamos de seguir porque, decían, lo tenía hecho con el Barça para el año siguente. Iba con la ilusión de ver al Barça ganar para poder disfrutar de una primera Liga, porque de la del 0-5 solo recordaba el debut de Cruyff contra el Granada.
Pero se cruzó un mediocre (y ladrón). Con un nombre que nunca he olvidado ni olvidaré. Melero Guaza. El nombre de pila lo he olvidado, aunque juraría que era José. El hecho es que he odiado estos apeliidos desde ese día, como mi padre y los de su generación odiaron el de Guruceta. El tal Melero Guaza no vio unas escandalosas manos de Esteban en el 0-1, expulsó a mi ídolo por protestar (dicen que por llamarlo “hijo de la gran piiiiiiiii”) y ahí empezamos a perder esa Liga. También recuerdo que del lado de Tribuna por la línea de tres cuartos del Gol Norte saltó un espontáneo (como en los toros) y agredió al tal Melero Guaza. Seguramente era un tribunero, neo-nuñista, perdedor, anti-cruyffista y mal barcelonista. Total, que perdimos contra el Málaga, me fui a casa llorando sin entender nada y perdimos la Liga. Normal. Cómo no! Los culés de esa época teníamos lo que nos merecíamos!
23 años después (casi, ya que fue por Diciembre, o sea 23 años menos dos meses después) también estaba yo en el Camp Nou, en esta ocasión con un amigo. Y el Camp Nou vio a otro protagonista mediocre, también agredido.; se llamaba Urízar Azpitarte y lo que ocurrió es que un futbolista con más cojones que un toro defendió a su entrenador de otra injusticia (otra más). Resulta que el entrenador era el entrenador que cambió nuestra historia, resulta que el jugador era Stoichkov, resulta que dio un pisotón al mediocre (Urízar) y resulta que sancionaron al jugador con 16 partidos sin jugar (recuerdo que al reincidente Juan Antonio Goicoechea, el carnicero de la Catedral del Fútbol, le cayeron OCHO partidos por partirle la tíbia y el peroné a Maradona en una jugada en el medio del campo). En esta ocasión les salió rana, porque el Barça iba como un puto tiro y el Dream Team de Cruyff ganó su primera liga de las cuatro que ganó.
Han pasado cuarenta años de Melero, más que lo que duró la dictadura de Franco, y ahora resulta que, ya no desde Madrid, no…desde Barcelona, desde mi club, se ha creado una corriente de opinión, apelando al cruyffismo (¿??¿¿¿¡¡¡¡!!!!) , de que no debemos quejarnos de los árbitros, de que nos hace pequeños, de que es de nuñistas, …miren, sinceramente, listillos, sabihondos, sabelotodo,… no me toquen las narices con sus estupideces. Quién se han pensado que son para hablar de cruyffismo o incluso de guardiolismo para decir que no hay que quejarse de los árbitros? O es que solo ultilizan este argumento para atacar a la actual Junta? O es que el patillero Guardiola no se comío a Los Santos Omar en el 2001 el día que acabaron de robarnos la Liga?.
Pues eso, a la vía, señores guays.
Brian Syrup
Visca el Barça i Visca Johan per sempre!