Me reafirmo en que cagándonos en Lucho, en Neymierdas, Andhleb, o cada uno en quien peor nos caiga, estamos ‘simplificando’ en exceso un problema que, irónicamente es a la vez muy simple; hoy por hoy el Barça es un club sin identidad, sin alma, sin ninguna seña de distinción que le haga diferente al resto. Da lo mismo que hoy hayamos ganado al Leganés en vez de empatar, da igual si remontamos al PSG en Champions y acabamos levantando la Champions… podemos ganar otro triplete y seguiríamos igual o incluso peor, porque justificaría aún más a aquelloss que han decidido arrebatarnos nuestra esencia.
Aunque sinceramente, empiezo a tener serias dudas de que al barcelonismo lo defina el Dream Team, Pep, Xavi, los rondos, la Masia, el ‘tant se val d’on venim’, Messi, la magia de Tenerife o el Iniestazo. Básicamente porque en cuanto hay ocasión, el sociprupietari nos mete en el club a los enemigo públicos de todo este concepto. Y porque además muchos barcelonistas parecen encantadísimos de ganar ‘a lo Madrit’, o en su defecto, hacerse las víctimas con la mano negra. No creo que la cosa se solucione echando a Lucho, porque con toda probabilidad el incompetente que tiene por encima traerá a uno peor. Y me temo mucho que la cosa se solucione siquiera tirando al incompetente mayor, porque salvo error u omisión, los 25.000 nos colará a uno todavía más mediocre.
En el fondo parece que estos últimos 30 años han sido como un bello sueño del que por desgracia, pronto despertaremos definitivamente. Hasta el más grande de todos, ese pequeño que lleva el 10, parece ser consciente de ello…