Tengo que admitir que no entiendo nada de la indignación culé con lo de Mboula. Es decir, sí, está claro que hay un problema en la Masía. Pero en un caso concreto como este, qué hacemos? Primero, estamos hablando de un chico que ha jugado exactamente 61 minutos con el filial. Para que no se fuera, había que subirle la cláusula? Para eso hay que darle contrato de primer equipo y pagarle bien. Le damos contrato de primer equipo a las diez o quince ‘perlas’ (porque claro, esa es otra: cuántas ‘la perla de la Masía’ hay?) de más de 16 años que tenemos? Y los más jóvenes, como el central que suena para el City, qué? Les pagamos una pasta encubierta a todos sus padres?
Por no hablar de que, por ejemplo, hoy les hemos birlado a coste 0 al Espanyol una buena promesa de su cantera. O que Mboula está en nuestro juvenil porque se lo quitamos de gratis al Granollers cuando tenía 11 años.
Es que no sé, si un equipo viene y quiere ejecutar la cláusula de 3 millones de euros por un jugador que tiene de experiencia como profesional un total de una hora jugada en la tercera división española, qué hay que hacer? Sí, está claro que es un problema que la Masía y el Barça en general no sean suficientemente atractivos para los chicos y se quieran ir. Pero ojo porque el mercadeo desde edades tempranas es una constante al alza, y en un mercado superinflacionario, si los representantes/padres huelen dinerazo fresco, van a querer moverse.
A mi me da la sensación que el seguimiento de la Masía se nos ha ido un poco de las manos. Por simple lógica del embudo, cada año se van decenas de chicos de la cantera desde el día mismo que se abrió. Lo que pasa es que ahora estamos obsesionados con seguir la Masía, con periodistas que siguen al detalle hasta a los puñeteros alevines, que comparten en redes sociales el ‘golazo’ que acaba de meter un niño de doce años, etcétera etcétera… Quicir, que si Mboula fuera a ser el nuevo Messi, segurísimo que lo teníamos haciendo la pretemporada con los mayores. Tampoco perdamos la perspectiva.