-Oiga, señor periodista, que se ha pasado usted todo el puto verano soltando nombres de futuros fichajes del Barça, desinformando y engañando a sus lectores.
-Vaya, lo siento… me he equivocado. ¡Pido disculpas!
-Ah bueno, si pide usted disculpas no pasa nada. Siga usted en su puesto de trabajo con total tranquilidad. Y el año que viene vuelva a inventarse todo lo que le salga del nardo, que aquí estaremos para hacerle retweets.
-Oiga, señor arquitecto, que se le olvidó a usted impermeabilizar el muro de cimentación y ahora en vez de un sótano tengo una piscina… y me piden 10.000 euros por arreglarlo.
-Vaya, lo siento… me he equivocado. ¡Pido disculpas!
-Ah bueno, si pide usted disculpas no pasa nada. No sólo no voy a denunciarle, sino que queda usted contratado para la reforma de la casa del pueblo.
-Oiga, señor cirujano, que se dejó usted su cartera con toda su documentación y 25’37 euros en suelto dentro de la caja torácica de un paciente, y la ha palmado.
-Vaya, lo siento… me he equivocado. ¡Pido disculpas!
-Ah bueno, si pide usted disculpas no pasa nada. Le decimos a los familiares del finado que dejen de tocar los huevos y arreglado. ¿Pero qué se creen estos ignorantes?