Y respecto al debate sobre la situación del Barça en todo este conflicto, me gustaría expresar mi opinión.
El Barça es un club catalán (fundado en Barcelona), catalanista (representa a gran parte del pueblo catalán) y universal (tiene seguidores en todo el mundo), y esencialmente como todo club deportivo debe ser apolítico. Ello no significa, no obstante, que no tenga la sensibilidad suficiente para recoger los sentimientos de la ciudadanía cuando suceden hechos graves, como lo de la represión del 1-O, o lo de la tragedia del Chapecoense, por poner 2 ejemplos. Respecto a lo sucedido el día de las votaciones, el Club que maldirige el ínclito Bartolo se quedó en tierra de nadie, por su política de bienqueda. Lo de jugar el partido a puerta cerrada fue ridículo, y dio una imagen lamentable.
Pero, como bien dicen sus estatutos, el Club es de sus socios, y sus socios en las elecciones de 2010 decidieron pegarse un tiro en el pie y otro en la sien de la Institución, poniendo al mando de la misma a esta recua de impresentables, de los cuales, el presidente primigenio ya está en la cárcel y el actual quizás vaya por el mismo camino. La degradación moral y deportiva que ha sufrido la Entidad desde entonces es infinita, y como club de fútbol sólo nos mantiene la respiración asistida un tal Leo Messi (el mejor jugador de la historia), y del cual están arruinando sus últimos años de carrera.
A lo que íbamos: como decía el gran Montalbán “el Barça es el brazo NO armado de Catalunya”, y bien que es verdad, porque durante lo que Celso Emilio Ferreiro denominó como “a longa noite de pedra”,l o sea, el franquismo, en el Camp Nou fue el único lugar donde en dicha dictadura y durante los años 60 y 70 se podían expresar las inquietudes sociales del deseo de libertad y democracia. Y todo esto sucedía con presidentes de derechas y del Opus Dei, que manda carallo.
Resumo: el Barça debe ser un Club apolítico totalmente, y ello es por una razón primordial: los socios, seguidores y simpatizantes del mismo, pertenecen a todas las ideologías políticas, de derechas, de izquierdas, vegetarianos, follagordas y mediopensionistas, todos fen el Barça. Es más, lo dice su propio himno: “…som la gent blaugrana, tan Tan se val d’on venim, si del sud o del nord, ara estem d’acord una bandera ens agermana…”.
Como corolario diría que, el Club de hilar fino en los temas políticos para no herir a sus propios seguidores, pero sí se debe pronunciar en todos los aspectos sociales que afectan a dichos seguidores.