Los cruyffistas radicales hubieran preferido una revolución a la francesa en la alineación y perder que volver a este deja vu valverdiano.
El término ilusión se refiere a una percepción o interpretación errónea de un estímulo externo real. Por ejemplo, ver un animal donde sólo hay vegetación o interpretar una sombra en una calle oscura como si fuera una persona. O esperar ver un cambio radical en un equipo sin fútbol por un simple cambio de entrenador en tan solo una semana.
Porque por primera vez en mucho tiempo, el aficionado culé, ya fuera en la grada o frente a la pantalla plana, se sentaba a ver jugar a su equipo con más ilusión que la de esperar ver alguna genialidad de Leo Messi. Las declaraciones en clave cruyffista de Setién no eran para menos. Y, sin embargo, el confiado bonbarsalunista no tardó demasiado en empezar a desilusionarse: ante las bajas de De Jong por sanción y de Luis Suárez por lesión, la alineación inicial la habría firmado el mismo Don Honesto, incluido el tormento de seguir viendo a Sergi Roberto de lateral derecho.
Ni Arthur, aún casi convaleciente, ni Riqui Puig, ni Júnior, ni Carles Pérez. Está claro que los discursos llenos de palabras bonitas solo les funcionan a los políticos: los hechos son que, de nuevo, había mayoría de treintañeros en el once titular. Cierto es que las circunstancias eran especiales pero es difícil cambiar la dinámica de un equipo si entras pidiendo perdón y tratando de molestar lo menos posible a las vacas sagradas. Los cruyffistas radicales hubieran preferido una revolución a la francesa en la alineación y perder que volver a este deja vu valverdiano.
Pese a todo, se apreciaron algunos brotes verdes en la primera parte: algunos retoques tácticos en las incorporaciones de Sergi Roberto dejando en ocasiones una defensa de 3. O la novedad de ver a un atacante azulgrana presionando durante 45 minutos. Sin embargo, ver al adolescente Ansu Fati hacerlo en solitario, era como ver a Phoebe corriendo por Central Park: sabías que así no iba a ir a ninguna parte. Se cerraba la primera parte con una posesión cercana al 80% pero con pocas ocasiones claras de gol y la sensación de que el Granada no lo estaba pasando demasiado mal.
La segunda parte empezó a marchitar muchos de esos brotes verdes: la edad no perdona y, salvo milagro lancearmstrongniano, un avejentado equipo no puede subir su nivel físico con apenas cinco días de fuerte entrenamiento. Ante el bajón físico local, el Granada salió ligeramente de su trinchera y el golpeo de Eteki en el palo de Ter Stegen, sonó a la campana que salvaba del KO a un boxeador. Su atrevimiento, no tuvo recompensa más sí castigo: la expulsión de Germán obligó a volver al plan inicial.
La superioridad numérica le dio a Setién la valentía que le faltó al inicio: la entrada de Riqui, El Niño Prodigio, dio el empujón definitivo al equipo pues en apenas 20 minutos el chaval entró más en juego que un abú(e)lico Rakitic. ENP pareció el único futbolista capaz de entender la clave para abrir la caja fuerte granadina: recuperar, mover el balón rápido al primer toque, y buscar a Messi. Con su descaro y la colaboración de Vidal, el balón acabó, por fin, en el fondo de la portería de Rui Silva.
Era el gol que dejaba los tres puntos en casa, por supuesto, Messi mediante: el alfa y el omega de este equipo es el último asidero de ilusión para la hinchada blaugrana. Todo pasa, nada permanece. Excepto la seguridad de que este Barça llegará hasta donde llegue Leo Messi.
1 – FC Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba; Busquets, Rakitic (Riqui Puig, m.70), Arturo Vidal (Arthur, m.83); Messi, Griezmann y Ansu Fati (Carles Pérez, m. 80).
0 – Granada: Rui Silva; Víctor Díaz, Domingos Duarte, Germán, Foulquier; Gonalons, Yan Eteki (Martínez, m.74); Vadillo (Antonio Puertas, m.66), Azeez (Yangel Herrera, m.56), Machis; y Carlos Fernández.
Gol: 1-0, m.76: Leo Messi.
Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrid). Mostró cartulina amarilla a Machís (m. 13) y a Carlos Fernández (m.74). Expulsó por doble amarilla a Germán (m.70).
Incidencias: 65.444 espectadores en partido de la vigésima jornada de LaLiga Santander disputado en el Camp Nou. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de María Rosa Carnicer, madre de Sergi Roberto.
FCB 1-0 GRA (FT) – El Barcelona (82%) logra su mayor posesión de balón en un encuentro de La Liga desde el 11 de mayo de 2011 en campo del Levante (84%, con Guardiola en el banquillo). Ha jugado 326 partidos desde entonces en el campeonato español. pic.twitter.com/UqltMicJnU
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) January 19, 2020