La sensación es rara. Por un lado muy contento por saber que todo va más rápido de lo que parecía y se acerca el final de la pandemia. Incluso se habla de que habrá rebrotes pero “controlados” y se descartan segundas olas. Ya no hay tantos fallecidos y poco a poco haremos vida normal. Por otro, el vértigo y miedo de que efectivamente sea así.
Es cierto que el gobierno en su plan de desescalada dió una serie de fases pero si, hablando con los expertos y con datos en mano, cada vez hay menos riesgo, es normal que se flexibilicen las medidas.
Celebro que vaya todo tan rápido, eso que vaya de antemano pq me está afectando a mi trabajo, el de mi pareja y nuestra economía, pero lo que antes eran malas previsiones de expertos en la materia, que todo vaya sobre ruedas dando titulares como “en unas semanas el virus estará olvidado” me deja un poco gñé, no sé si me explico.