En un ejercicio de quizá pretenciosidad por mi parte, e intentando salir del entuerto de no responder a Hugo Reyes, según veo ahora, hace 16 días; voy a escribir un poquito sobre lo que me transmite el Barça de Koeman hasta la fecha. Igual no es sólo un análisis táctico, como me pedía Hugo, aunque algo de eso habrá en este batiburrillo.
Contexto reciente: shock emocional tras el 2-8, caso Messi y moción de censura en marcha (ojalá prospere y deban dejar de tomar decisiones cuanto antes).
Contexto-deriva general: situación institucional decadente en el último lustro, cuya falta de planificación e hilo estratégico deviene en una plantilla envejecida, desmotivada, inconexa, falta de perfiles (sin extremo derecho, por ej) y sin obedecer a necesidades concretas o roles que respondan a un interés concreto sobre cómo querer hacer las cosas. Sumemos una Incapacidad económica casi total que condiciona movimientos entrantes y salientes, supeditando el maquillaje contable (Pjanic-Arthur) a las necesidades deportivas.
Contexto actual: Y en estas llega Koeman, aprovechando el último tren, seguramente, de entrenar al Barça. Se encuentra a Pjanic, Trincao y Pedri como novedades, Coutinho y Aleñá que llegan tras cesiones y Riqui Puig como certeza empírica de que su rol es útil y competitivo en el primer equipo. Añadamos, coyunturalmente y hasta que se demuestre lo contrario, la vuelta de Dembelé tras una concatenación de lesiones que abarcan 3 temporadas; aunque siempre con el asterisco puesto hasta el final del mercado y visto lo visto en cuanto a preferencias admitidas del propio entrenador. Por otro lado, Rakitic, Vidal y Suárez marchan, entre otros, como elementos principales. A falta de nuevos movimientos de última hora, continuaremos el post asumiendo la situación actual.
Koeman, decíamos, entra tomando ciertas decisiones, tenemos que suponer, resultado de un profundo análisis del juego blaugrana; desgranando fortalezas y debilidades. En esas sesiones no hemos estado, ni sabemos sus razonamientos o argumentos; pero a título personal sí puedo enumerar los mías, al menos los que se me ocurren:
1. Sin amplitud ni espacio. La configuración de la plantilla y los equilibrios del vestuario imponían que la versión más competitiva que el Barça podía sacar tenía a Suárez, Messi y Griezmann* como atacantes: jugadores tendentes a ocupar zonas interiores y a recibir al pie.*A veces Vidal entraba para compensar la falta de profundidad, aumentando el embudo y llevándonos al siguiente ->
2. No se utilizan los tres carriles. Messi en la banda en la era de la MSN fue la última barbaridad copetitiva de Messi, pero muy ligada a sus compañeros de viaje que, por aquel entonces, sí amenazaban al espacio. Además de tener a Alves como socio en el costado. Otro rollo. Aunque le coloquen de extremo derecho, Leo no es eso, ni siquiera esos 6 brillantes meses de triplete. Messi es la primera ficha: primero se coloca ella y luego todas las demás; sino se pierde el efecto dominó (en sentido competitivo). Messi ha reducido su radio de acción y Suárez aún más ->
3. Listón Suárez. Luis sería la segunda ficha en tanto en cuanto siempre ha estado ligado a Mess, la primera. La decadencia de Suárez, no como rematador, sino como el asesino de espacios que ha sido hasta hace 4 años, provocaba una contradicción competitiva al Barça: no había mejor nivel sin él; pero con él el listón competitivo era super limitante, sobre todo en Europa (y cada año un poquito más bajo). Si puedes barrer todo el ancho del campo con tu movilidad y desmarques, compensando a Messi (me acuerdo de su exhibición en París) y dar profundidad, todavía. Pero perdiendo esto, unido a la singularidad de Leo y su posición en el campo, permites muy fácil al rival orientar su defensa al Barça por dentro. Esto provoca que la forma de atacar del Barça tenga que ser muy concreta para ser productiva ->
4. Ritmo bajo. El Barça va a necesitar un ritmo muy bajo que le permita asentarse en campo rival y, a partir de ahí, poder lanzar a sus laterales por fuera para mover la defensa rival y generar situaciones que permitan a Suárez obtener un remate, donde siguió siendo muy eficaz (y clave, con sus goles, para competir ligas); o permitir a Messi pillar en cualquier renuncio al equipo rival. En cuanto al Barça le subían el ritmo, le hacían la puñeta. Con Messi+Suárez no puedes atacar “desde lejos” compitiendo en la máxima élite.
5. Under Pressure. Desde el punto de vista del rival, salir desde atrás contra el Barça ha venido siendo fácil, a poco que no la cagues. Suárez no llega a tanta presión como antes y Leo siempre acaba centrando, posibilitando que entre central y lateral izquierdo del rival se pueda salir y saltar una línea. Y si el interior se abre, deja el hueco por dentro. De hecho para evitar que se explote tanto esta facilidad, ha sido habitual ver replegar al equipo en un 4-4-2, condicionando el circuito del juego posicionalmente cuando se recuperaba (normalmente muy atrás) el balón. Al final, claro, Leo debe bajar para recibir, Suárez queda lejos y el Barça se agarraba a la pulga como única arma competitiva ->
5. Sin desborde. Sólo Messi, y partiendo desde fuera hacia dentro. El Barça se ha quedado sin regate ni desborde, especiamente por fuera. Menos quebraderos de cabeza aún para el equipo rival. Amenazas muy aisladas, muy concretas y muy controlables. Invitación al rival de plantar su defensa en el centro del campo y presionar, sabedores que a poco que se pueda corregir con piernas, Messi y Suárez no te sorprenden por velocidad al espacio y tampoco nadie va a regatearte con la constancia o efectividad que haga que esa invitación no merezca la pena.
6. Interiores secundarios. Ante esto, los anteriores entrenadores han optado por asumir la inmovilidad de las dos primeras piezas y la contundencia del día a día en Liga (porque siempre competimos la Liga, ya sea por méritos propios, deméritos rivales o combinación de ambas) para intentar llevarse título a la buchaca. Y asumiendo la inmovilidad del Leo+Suárez como premisa, la única solución es que tus interiores tengan más el rol de compensar las carencias de ese plan, más que proponer retos al equipo rival. Rakitic, Vidal, Paulinho, Gomes y el rol de FDJ el año pasado hablan a las muy claras cuál ha sido la preferencia desde la Junta hasta los entrenadores en este sentido ->
7. Busquets frente al abismo. El rol de los interiores, las carencias posicionales de los jugadores fichados y el contexto anteriormente mencionado, derivan en un equipo bastante largo a poco que el ritmo suba un poco; deriva en mala ocupación de espacios por la falta de movilidad y ocupación de los atacantes; y también en la necesidad de rellenar el área por algún interior ante la tendencia a bajar de Leo que no encuentra ni referencias por delante suya que se muevan, ni interiores con la capacidad de hacerle llegar el balón. Las transiciones defensivas son mortales y en la foto siempre va a salir Busquets que no sabe donde tapar: si adelantarse porque el equipo está largo, si compensar al interior que se va, o si cubrir la espalda del lateral que ha subido. Desventajas constantes para el de Badía que corre para atrás más que presionar hacia delante y los ve pasar constantemente a los lados ->
8.laterales: la espalda de Damocles. Y es que si Busi tiene que dejar el centro y abrirse es porque Alba o Semedo/Roberto subían y su espalda era un caramelo para los extremos o delanteros que caían a banda. Además, por puro nivel defensivo, tanto en el uno contra uno, como posicionalmente, el portugués ha quedado retratado como el mismo ha admitido.
(De momento paro que, ya está bien de turra por el momento. Luego si puedo concluyo con qué hace Ronald Koeman ante semejante percal). Another brick in the wall.