Koeman está en fase de “proceso de selección”.
Como empleador (el Club) te gustaría tener a un entrenador más capacitado, pero pide mucho dinero (que no puedes pagar) o bien está comprometido con otro club y no hay cláusula viable de salida.
El holandés es ese empleado que sabes que no te dará el excelente, pero que confías que si trabaja en el entorno adecuado y con las herramientas necesarias te rendirá al menos de notable.
Es sorprendente, por poco habitual, que Laporta esté actuando así, por ser tan poco frecuente en el mundo del deporte, donde lo normal es dejarte llevar por tus gónadas y actuar sin cerebro y sin pensar en las consecuencias. Pero en cualquier empresa este es el día a día, trabajadores que no se atreven a cambiar de trabajo “porque tampoco estoy tan mal” (ese sería Koeman, que prefiere estar en “duda” por parte de su jefe que presentar la dimisión) o jefes/empresarios que no se pueden permitir echar a media plantilla porque el comité se le echaría encima o porque no tiene dinero suficiente para pagar los despidos.
Pero eso no significa que unos y otros no deban rendir al máximo de sus posibilidades mientras forman parte del mismo proyecto.
Pues aquí con el Barça es poco más o menos lo mismo… o así lo interpreto yo.
No es lo que me gustaría (preferiría haber presentado ya a un entrenador Top y a Mbappé, Koundé, Kimmich y Haaland de una tacada), pero es lo que hay.