A mí me resultaba implanteable que un tipo así se fuera a juntar con el otro gran primer espada de su generación en un equipo, pero justo el otro día, hablando con uno de mis entrenadores me hizo una reflexión al respecto que me ha hecho cambiar un poco la perspectiva.
Me decía que una estrella top de los 80-90 (creo recordar que Barkley, pero no estoy seguro) dijo que en aquella época era casi imposible que dos superestrellas consolidadas se juntasen en un equipo, ya que por aquel entonces primaba más la competitividad y el demostrar ‘ser mejor’ que las otras grandes estrellas. Además que, aunque se conocía y se respetaban, raramente estos jugadores de superélite eran amigos entre sí; ya que apenas tenían contacto más allá de los partidos en que se enfrentaban y los All-star.
Esto ha cambiado mucho en los últimos años; primero, porque los jugadores, a través de los torneos, partidos de exhibición, campus de verano en sus años de formación, más la proliferación de las RRSS, tienen un contacto mucho más directo y que empieza mucho más temprano, con lo que se forja una relación personal más estrecha. Además, este también decía que gracias a estas RRSS, la publicidad y demás, las estrellas de ahora tienen más medios de ‘satisfacer su ego’. Por eso parece que se den muchos más casos de estrellas consolidadas juntándose en un equipo para ‘facilitar’ el éxito. Todo parece ser que empezó un poco con el big three de Miami (Lebron, Wade y Bosh), y es un fenómeno que se ha extendido mucho en la NBA (con éxito dispar) y a otros deportes (como el caso palmario del PSG actual).
En este contexto, la verdad, me parece que sí que es posible que veamos a Haaland y Mbappé jugando juntos en el Mal el año que viene; cosa que, todo hay que decirlo, a mí me jodería profundamente. Estaría, claro, el tema de que por una simple cuestión matemática, la manta se les tendría que quedar corta por otras partes… y que al final, en el fútbol ha quedado más que demostrado que no siempre la suma de individualidades triunfa; pero que juntasen a estos dos, sólo con el ‘poder de destrucción’ que tendrían y la corriente favorable con la que cuentan los de blanco sempiternamente, en tierras patrias, la verdad es que dificultaría muchísimo las cosas.