No estoy demasiado de acuerdo; tú puedes ponerle un parche a un balón pinchado, o pegar los trozos de un jarrón de porcelana roto… pero siempre será un remiendo, un esfuerzo más o menos vano de reparar aquello que no puede repararse.
Con la relación futbolística entre el Barça y Messi, creo que sucede algo parecido. El mal está hecho desde que no se pudo/supo/quiso (que cada uno utilice el verbo que más se ajuste a su percepción de las cosas) llegar a un acuerdo para su renovación. Ahí, por decirlo de alguna manera, el jarrón ya cayó al suelo y se rompió. Para colmo, algunos (entre los que me incluyo) piensan que Leo vino después con un martillo y se dedicó a hacer esos cachitos más pequeños, yéndose al segundo club más nauseabundo que hay actualmente en el panorama fútbol.
Siendo esto así, creo que no aportaría absolutamente nada, ni en lo futbolístico (35 años y, creo, una retirada tácita en mente, el día que Argentina acabe su participación en Qatar), ni en lo ‘personal’, si consideramos a Leo una figura meramente deportiva.
Soy mucho más partidario de que Messi concluya su carrera como le venga en gana… dé tiempo a que el tiempo cure ciertas heridas y, entonces sí, regrese al club como lo que es: la mayor leyenda del club sin discusión posible (al menos dentro de los 4 lados del terreno de juego), y en el rol que él considere