Messi es un tipo vergonzoso y humilde y no quería faltarle el respeto a la memoria de ese Barça mítico de los años cincuenta que el viernes perdió a Estanislao Basora, su último delantero. Y lo mejor que podía hacer para mostrar su respeto era tomarse el partido de ayer como uno más, sin alardes, sin buscar rematar imposibles, en definitiva, respetando el fútbol. Y así fue. Messi igualó la marca en el minuto 17 de la primera parte, tras haber dado una asistencia a Xavi que él pudo haber rematado y parecía contento con ello, solo en la segunda parte, cuando las circunstancias le obligaron, volvió a sacar su instinto para rematar la faena con un maravilloso hattrick para pulverizar la marca de César Rodriguez y dejarla en 234 goles en partidos oficiales, algo que parece de otro mundo si pensamos que el rosarino tiene apenas 24 años.
El partido de ayer podía calificarse de perro por muchos motivos, el viento huracanado, la lluvia y un árbitro, Jose Antonio Teixeira que convirtió en difícil un partido que pudo ser mucho más fácil para todos. Porque el arbitraje fue patoso, mirando siempre el marcador y sobre todo malo, muy malo, exasperando a los futbolistas, verdaderos protagonistas del match. Fue malo porque con 2-0 vio y no pitó un clarísimo penalti a Alexis, pues pensó que el Barça no necesitaba ese gol y que, por tanto, se podía ahorrar los comentarios cavernarios que tanto temen. Porque el primer penalti de Alves fue falta fuera del área y no puede dejar seguir hasta que el delantero entre en el área para poder pitar penalti.Y porque el segundo penalti fue exactamente igual como el que no señalaron a Ramos en el Benito Villamarín, un balón que va a la pierna y después rebota en la mano que está despegada del cuerpo. ¿Dónde esta la coherencia? Después se tragó otro penalti de Mainz que, después de agarrar a Keita, interceptó un balón con la mano. Si a esto le añadimos un par de fueras de juego inexistentes que cortaron jugadas de ataque del Barça, el arbitraje cabría calificarlo como un verdadero desastre. Para rematar la faena parece que los jugadores del Barça, al contrario que los del Madrid, no pueden abrir la boca y Teixeira, Jose Antonio, estaba esperando que Alves protestara para poder reflajarlo en el acta pues no se entiende que en el acta del partido aparezca que Alves le dijera :”Lo tuyo es increíble”. Palabras de muchísima gravedad. Por frases así se han iniciado un par de guerras¡Vamos hombre!
Pero hablemos de fútbol que nos calentamos…El partido comenzó bien pues Cuenca, que jugó muy enchufado, hizo un par de jugadas por banda izquierda que fueron resueltas magistralmente por Xavi y Messi de tal modo que en el minuto 17 de partido parecía que el partido estaba resuelto, quien iba a pensar lo que pasaría en la segunda parte.Nada más se reinició el partido, se vio a un Barça algo adormilado y hubo un par de pérdidas en ataque que propiciaron contrataques del Granada. En una falta muy discutible pitada por Teixeira (otra vez sí) Martins, que no debió jugar este partido, colocó un buen balón para que el central madrileño Mainz, metiera el 2-1. El partido continuó en modo correcalles y el Granada estuvo listo aprovechando la banda del velocista Dani Benitez que desquició a Alves y le hizo cometer el error del penalti, que pese a que fue fuera del área, mostró al Alves más atropellado y ramplón.
A partir del empate de “Siqueira Vitienes” (le daremos la autoría a los dos para que nadie se enfade) el Barça se puso en manos de Messi que resurgió en el momento clave para arrastrar al equipo y animar a la grada que parecía haber caído en un profundo sopor. Los nervios apenas duraron cinco minutos, Alves, a quien le perdonamos en ataque lo que hace en defensa, le dio un pase picado magistral a Messi que con una vaselina con copyright volvió a adelantar al Barça en el marcador. Después salieron Tello e Iniesta por los apagados Alexis y Thiago y el Barça pudo rematar la faena, primero Tello, aprovechando un rechace en el área y después otra jugada made in Messi tras una asistencia brutal de Iniesta que puso el 5-2 en el marcador. Parecía que el partido había muerto ahí pero el árbitro cántabro (se llama José Antonio y nació un 18 de julio, no digo más) quería otra ración de protagonismo y le pitó el último penalti a Alves, en un balón que fue a la pierna y le rebotó en la mano, y además le expulsó (otro error más) poniendo otro palo más a la rueda blaugrana que el próximo sábado jugará en Mallorca ,equipo que casualmente si que podrá cumplir sanción de tres jugadores entre semana al reunirse hoy el Comité pudiendo jugar los tres el partido contra el Barça, eso se llama equidad.
Me espero muchos partidos así en lo que resta de Liga. No va a ser nada fácil. Sánchez Arminio está dolido con el Barça y la caverna va a apretar de lo lindo en los próximos partidos. Va a ser muy difícil la remontada y el ventilador lo tienen ellos. Lo más importante en estos partidos que faltan es conservar la calma y no dejarse llevar como ocurrió ayer en el inicio de la segunda parte. El Barça es mejor equipo que el Madrid, pero lo tiene que demostrar siempre, hasta que esto se acabe.