¿Quién dijo que esto iba a ser fácil? Ayer no hubo quejas sobre el césped o el arbitraje de Teixeira que no fue especialmente perjudicial. Ayer cada jugador en la primera parte salió con una pesada mochila de 7 puntos en la espalda y se notó. Después todo se decidió por detalles.
Primer detalle, el penalty de Busi. Sergio Busquets no es un central aunque su jefe lo quiera usar como tal. El resultado son errores como el de ayer, forzado quizás por las circunstancias, Busi tuvo que defender un córner tonto regalado por Adriano, cuya alineación es muchas veces una ruleta rusa, y que, tras un error de Valdés, extraño en él, dejó un balón a Barkero que chutó a los largos brazos de Busquets. Un penalti claro como lo fue el de Raúl Rodriguez en Cornellá y que puso el 1-0 en el marcador. Quedaba mucho partido pero los nervios y la buena defensa granota inutilizaron completamente al Barça hasta el descanso.
Segundo detalle, el cambio. Pep tenía que hacer algo al descanso y Alexis y Pedro no estaban funcionando en bandas y tomó una decisión que fue decisiva para la resolución del partido y quizá de la Liga. Cuenca salió por un mermado Xavi y se reorganizó el equipo de tal modo que Alexis se fue al centro retrasando a Messi, con Pedro y Cuenca en bandas. El Barça comenzó a dominar el partido por primera vez y gracias al dominio se produjo la jugada del primer gol. En una jugada individual de Messi hizo un eslalon por entre las fornidas piernas levantinistas y acabó haciendo una pared con Alexis. El chileno se la dejó para que soltara un zurdazo que solo pudo rozar Munúa. El empate hacía justicia con lo visto en el terreno de juego y no era tan definitivo como la derrota que hubiera dado al traste con todas las posibilidades de ganar la Liga.
Tercer detalle, la valentía del asistente. Cuatro minutos después del gol de Messi, Cuenca hizo una nueva entrada por su banda derecha, esta vez fue decisiva. Botelho le empujó como Pepe ha empujado tantas veces a sus defendidos y Texeira se hizo el sueco. Afortunadamente el asistente de la banda del ataque del Barça que puede hacerse famoso si, como creo, este partido puede ser decisivo para la Liga, le dijo a Teixeira que era penalti y que tenía que pitarlo. El colegiado, no demasiado convencido, no tuvo otra opción que hacerlo. Messi la enchufó con el alma y sin notar la presión. Un gol que dio los tres puntos y mucho oxígeno para los próximos partidos.
Después de lograr 11 victorias consecutivas, el Barça ha conseguido un objetivo que parecía casi una quimera cuando estaban a 10 puntos. El objetivo era que el Madrid tuviera que venir al Camp Nou a jugarse la Liga, como tuvo que ir el Barça al Bernabéu en la Liga de los 99 puntos y que ganaran en el último partido contra el Valladolid en aquella tarde en la que Touré hizo de Xavi. Sí, ya sé que con ese objetivo puede que no alcance para ganar la Liga, pero además de dar un plus para los partidos que restan, llena de orgullo (y satisfacción) a una afición que nunca ha sido decepcionada por este equipo. Lucharán esta Liga hasta el final, nada habrá que reprocharles.